Se refiere en todo momento a un texto "abierto". De diálogo. Ni se le pasa por la cabeza una moratoria de las Normas do Hábitat, que tanto han dado que hablar en las últimas semanas, o un cambio en su filosofía, "que no es otra que la calidad". A los críticos con el decreto les recuerda Teresa Táboas que las medidas que hasta ahora estaban en vigor para el diseño de los pisos protegidos eran de 1992, "del anterior Gobierno, que redujo de forma significativa las dimensiones contempladas para toda España las normas establecidas en el 78". "Lo que es increíble -se lamenta la conselleira de Vivenda- es que este decreto no llegara antes".

- Usted se ha mantenido firme en todo momento.

- Los pasos siempre para delante, son el cambio. Para atrás, el pasado y la incertidumbre. Ha habido un cambio de Gobierno.

- Pese a las muchas críticas...

- Las críticas son de sectores muy concretos que tienen intereses muy concretos también. Hay que decirlo. Ni siquiera de un sector al completo. Son algunas voces que pueden ver mermados sus beneficios. Lo que no es entendible para la sociedad es ir a viviendas cada vez más pequeñas, con crecimientos de hasta el 300% en los precios, con dimensiones muy por debajo de lo que establece el decreto de 1978 para viviendas protegidas en todo el Estado. Por ejemplo, en los patios. Para un edificio de bajo y cuatro plantas, en vivienda protegida tiene que tener 16 metros cuadrados como mínimo, y con la normativa del anterior Gobierno gallego en la libre se permitían de 9 metros. O dormitorios de 6 metros o viviendas de un dormitorio de 26 metros.

- ¿Qué medidas se van a matizar dentro del Comité Asesor de Habitabilidade?

- Más que matizar, se trata de clarificar e incorporar nuevas propuestas. El decreto está elaborado por un equipo de prestigiosos arquitectos y la filosofía, que es mejorar la calidad de las viviendas -la mayor inversión de los gallegos y gallegas-, no se puede cambiar.

- Los alcaldes ya han adelantado su intención de recurrir.

- La directiva anterior de la Fegamp presentó alegaciones en su momento. Cuando entró esta directiva, el decreto estaba a punto de aprobarse, ya había pasado la tramitación administrativa. La reacción llegó a destiempo. De todas maneras, esperamos abrir un diálogo con la Fegamp, como ya ocurrió con el anteproyecto de la Lei de Vivenda, y un modo de demostrar esa voluntad de diálogo es la retirada del recurso. Es inaudito en nuestro país, nunca antes la Fegamp recurrió una decisión del Gobierno autónomo.

- Supongo que espera que ésta no sea la excepción, ¿no?

- Espero que no. No se trata de las competencias de unos y de otros, sino de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ahí todos tenemos que remar en la misma dirección. A la gente le interesa que una vivienda tenga luz, ascensor, sea accesible, y no las peleas políticas.

- Pero es que la impresión que tiene la sociedad es que son unas normas muy polémicas.

- Hay una polémica porque desde varios sectores se hizo mucho ruído. Pero los hay que apoyan y aplauden que se tomen medidas como ésta porque son las que demuestran que ha habido un cambio de Gobierno.