La selección croata de Luka Modric tratará hoy de rubricar su pase a los octavos de final de la Eurocopa ante una República Checa que en cambio intentará sumar sus primeros puntos para poder seguir contando con aspiraciones de avanzar en el torneo.

Será la primera vez que ambos conjuntos, englobados en el Grupo D, se enfrenten en partido oficial. Los únicos dos amistosos que han disputado se saldaron con un empate a uno en 1996 y una victoria para los croatas (4-2) en 2011, que supuso la primera vez que los checos encajaban 4 goles.

Croacia intentará mantener su inercia positiva después de ganar a Turquía en su estreno con un golazo de Luka Modric. Los hombres de Ante Cacic vivieron los días posteriores a esa victoria con una euforia contenida por dos motivos, uno esperado y otro inesperado.

El primero, por la calma y la cautela que piden todos los miembros del combinado croata, que no quieren lanzar las campanas al vuelo y cada día, en las ruedas de prensa de los jugadores, repiten como un disco rallado aquello de ir "partido a partido".

Y, el segundo, por la muerte repentina del padre del capitán Darijo Srna, que envolvió en un aura de tristeza al combinado de Cacic. El lateral derecho del Shakhtar Donetsk conoció la noticia justo después del partido frente a Turquía.

Su marcha a su país acompañado de Ante Cacic y de una delegación de su federación, marcó gran parte de la actualidad de Croacia, que aún no sabe si podrá contar hoy con el defensa.

Pero la noticia de Srna no fue la única que atizó a la concentración croata. El miércoles, el entrenador de porteros Marijam Mric, también perdió a su padre y, como Srna, viajó a su país para despedirse de él.

La República Checa, por su parte, tratará de remontar el vuelo tras caer derrotada en su estreno ante España. Un partido que dejó a sus jugadores un sabor amargo porque tuvieron muy cerca el empate, dado que Piqué no marcó hasta el minuto 87 y poco después, en los minutos de descuento, De Gea paró un fuerte disparo de Darida.

El veterano jugador del Arsenal Tomas Rosicky reconoció tras el encuentro que los jugadores más jóvenes de su selección quedaron impresionados por Andrés Iniesta contra el que no habían jugado hasta entonces. "No es lo mismo jugar contra él que verle en la televisión", aseguró. La prensa checa ha sido muy dura con su selección por considerar que el planteamiento del partido fue ultradefensivo. El seleccionador Pavel Vrba ha anunciado que se plantea modificar la línea de ataque, sin dar más detalles. Se especula con que retrase a Gebre Selassie y deje su lugar como extremo derecho a Borek Dockal, máximo anotador checo en la fase de clasificación con cuatro goles.

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