Las redes de calor y frío o districts heating & cooling son un sistema de producción centralizada de calor y frío que, mediante un sistema de redes que transportan fluidos térmicos, satisfacen la demanda de calefacción, agua caliente sanitaria y climatización de todos los usuarios.

Tal y como explica el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae), estas redes aumentan la eficiencia energética en la generación, integrando las energías renovables, los recursos locales que de otra manera se perderían (enfriamiento natural, calor o frío sobrante de la industria cercana...) y los sistemas de producción de alta eficiencia.

Todo ello, junto con un óptimo encaje en el binomio generación-demanda y una gestión y mantenimiento continuo, contribuyen al objetivo de reducir del consumo energético y las emisiones de dióxido de carbono así como a incrementar la seguridad del suministro.

En Europa, existen actualmente unas 5.000 grandes redes, de las que el 25% funciona con energías renovables. En ciudades como Copenhague, Helsinki, Varsovia o Riga, satisfacen el 90% de la demanda de calor. Según la Asociación de Empresas de Redes de Calor y Frío, (Adhac), si España alcanzase la media europea, se conseguiría un ahorro anual de energía primaria de 3,5 Mtep y la generación de un negocio anual de en torno a los 4.000 millones de euros.

Actualmente, en nuestro país existen 306 redes y microrredes de calor y frío, que suman 550 kilómetros y abastecen 4.030 edificios, generando un ahorro de 180.000 Tn de CO2 y de un 82% de energías fósiles.

Por número de instalaciones, destaca en primer lugar Cataluña, seguida de Castilla y León, Navarra, País Vasco y Madrid. En cuanto a potencia instalada, Madrid y Cataluña ocupan las primeras posiciones.

En cuanto al sector de actividad, en el terciario se concentra el 69% de las redes censadas y el 48% de la potencia instalada, seguido del sector residencial con un 23% de instalaciones y un 31% de potencia instalada y, por último, el sector industrial que acapara el 8% de las instalaciones y el 21% de la potencia instalada.

El 47% de las redes son de titularidad pública, el 5% mixtas, con un funcionamiento de colaboración público-privada y el 48% restante privadas. Por otro lado, el 74% (225 instalaciones) son redes renovables.