El expresident Carles Puigdemont acusó ayer al líder del PSC, Miquel Iceta, de "hacer trampas" al presentarse como la "cara amable del 155" y avisó de que la aplicación de este artículo es un "juego de niños" comparado con lo que cree que harán Cs, PSC y PPC si forman Govern.

Puigdemont intervino por videoconferencia en un mitin de Junts per Catalunya en Mollerussa (Lérida) para reiterar sus críticas al "tripartito del 155" y, sobre todo, al candidato del PSC. E insistió en que Cs, PPC y PSC están "obligados a gobernar juntos", aunque después ironizó que sería un gobierno "Frankenstein" que no hace "presagiar nada bueno", ya que Cataluña, a su juicio, no podrá "progresar con los que son vanguardistas del retroceso de Cataluña".

El expresidente catalán, que sigue sin criticar directamente a ERC, dijo que, en todo caso, la "pesadilla" para La Moncloa sería que el 21 de diciembre "todos los votos sean amarillos y lleven el nombre de Junts per Catalunya". Sin embargo, el exconsejero Josep Rull afirmó que "el 21-D es para que Puigdemont vuelva al Palau de la Generalitat".