El expresidente Puigdemont es una amenaza creciente para las pretensiones de ERC de convertirse en la primera fuerza catalana en las elecciones del 21 de diciembre y los republicanos buscan la manera de provocar su desgaste electoral. Esquerra comienza a cuestionar incluso la vía elegida por el exjefe del Govern para sustraerse a la justicia con su huida a Bruselas y duda que pueda ser investido de nuevo. Mientras Puigdemont desde la capital belga sostenía, en una rueda de prensa por videoconferencia, que "solo hay un plan", que consiste en "continuar siendo el president de Cataluña, el Parlament no me ha cesado", Carles Mundó, que fuera conseller de Justicia en su gabinete, cerraba esa puerta. Mundó, de ERC, y uno de los exconsejeros que salió de la cárcel de Estremera a comienzos de semana, afirmaba anoche en Blanes que "hay que ser realistas: que Puigdemont pueda volver a Cataluña para ejercer su cargo es poco más que un deseo". Mundó anticipa que si el expresidente "y los consellers que están en Bruselas ponen los pies en Cataluña serán llevados de inmediato a prisión y no podrán salir durante mucho tiempo, ya que no podrán convencer fácilmente al juez de que no hay riesgo de fuga". Mundó defiende que haya "un gobierno fuerte presidido por Oriol Junqueras si es puesto en libertad" y si ERC gana los comicios "es evidente que (el exvicepresidente) saldrá de la cárcel y podrá ejercer todas las responsabilidades". Carles Puigdemont, por su parte, quiere que Cataluña sea la "primera república nativa digital".

Con un triunfo del independentismo "la ruina de Cataluña será total y completa.Y volverá a mandar la CUP, volveremos a salir de la legalidad y estaremos cuatro años más hablando del artículo 155 y la crónica judicial", anticipaba ayer en Amposta, Tarragona, el socialista Miquel Iceta, cuyo objetivo electoral son "un millón de ciudadanos indecisos", en los que confía para "ejercer como presidente en mayoría". Iceta estuvo acompañado por el presidente valenciano Ximo Puig y la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, quien identificó a Ciudadanos como el PP "sin antecedentes penales" y vaticinó que el candidato socialista "comerá las uvas en el Palau de la Generalitat".

El presidente Rajoy se estrenó ayer en la campaña catalana con un mitin en Lérida para apoyar a su candidato, Xavier Albiol. El jefe del Gobierno garantiza que tras el 21-D el apoyo de su partido se destinará a empezar una "nueva etapa", con la prioridad de "dejar a un lado las ensoñaciones y quimeras" de los independentistas.

También en Lérida, la candidata de Ciudadanos intentaba ayer atraer votos para sumar un tercer diputado en una circunscripción difícil. Iceta es para Arrimadas el rival a superar en el bloque constitucionalista, por lo que alerta sobre las intenciones del socialista de reeditar un tripartito en Cataluña con la participación de ERC y los "comunes" de Colau.