La financiación agita la precampaña de las elecciones catalanas del 21 de diciembre. Tras defender la víspera la condonación de la deuda catalana, que atribuye a una insuficiencia de financiación, el candidato del PSC a presidir la Generalitat, Miquel Iceta, propone una Hacienda federal que permita a la comunidad autónoma asumir "toda la responsabilidad fiscal y de gobierno que ello supone, y por tanto también la recaudación y gestión -en consorcio con la Administración del Estado, tal como dice el Estatuto- de todos los impuestos que pagamos en Cataluña".

Iceta, en sintonía con las reivindicaciones financieras de otras comunidades gobernadas por los socialistas, como Baleares o Valencia considera que "la reforma del sistema de financiación es urgente, es una de las reformas estructurales pendientes en España con más incidencia en el bienestar" de todos los españoles y para llevarla a cabo "no hay que esperar una nueva Constitución". El líder del PSC propone aumentar los porcentajes de cesión de los tres grandes conceptos impositivos (IRPF, IVA e Impuestos Especiales) para incrementar "la suficiencia financiera necesaria, y al mismo tiempo crear también con estos recursos un fondo de garantía a repartir de manera igualitaria entre las comunidades autónomas". "El Estatut habla de la posibilidad de establecer un consorcio tributario entre la Agencia Catalana de Finanzas y la Agencia Estatal de Administración Tributaria. Y lo que pedimos es que trabajen juntas a través de un consorcio compartido", defiende Iceta, quien considera que con su propuesta "se daría cumplimiento a los Acuerdos de Granada suscritos por el PSOE, que se inspiran en el sistema alemán que gravita, como nuestro sistema, en torno a los impuestos compartidos". Para la dirección del PSOE, el de Iceta es un planteamiento "absolutamente razonable", según declaraciones a Efe del secretario de Política Económica, Manuel Escudero, para quien las críticas de comunidades gobernadas por los socialistas, como Andalucía, Extremadura y Asturias son "una tormenta en un vaso de agua".

Desde Costa de Marfil, donde asiste a la cumbre entre la Unión Europea y la Unión Africana, el presidente Rajoy pidió ayer que las elecciones del 21 de diciembre no se conviertan en "una subasta de ideas" sobre la financiación autonómica. "Respeto mucho a Iceta y ha dado, junto con los líderes del PP y de Ciudadanos en Cataluña, una batalla que no era fácil en los últimos tiempos. Ha apoyado el artículo 155 y tiene mi respeto, lo cual no quiere decir que yo coincida con su planteamiento", añadió Rajoy.

Más directo, el candidato del PP a la presidencia catalana, Xavier García Albiol, reduce la propuesta de Iceta a la categoría de "ocurrencia". Pero lo más grave, a su juicio, es que la búsqueda de un sistema de financiación singular para Cataluña supondría "trasladar el mensaje de que a través del chantaje, la amenaza y la ruptura se pueden conseguir objetivos" y "premiar" la crisis institucional provocada por el secesionismo.

Más allá de propuestas programáticas, los preparativos electorales de ERC se centran en movilizar a unos 8.000 apoderados para dar cobertura el 21-D a todas las mesas electorales de Cataluña. Esquerra anticipa su propósito de efectuar un "recuento electoral paralelo" al oficial, por su temor a un "pucherazo". El portavoz y jefe de campaña de ERC, Sergi Sabrià, insistió ayer en que las de diciembre serán "unas elecciones ilegítimas e ilegales porque no han sido convocadas debidamente". En este contexto, y ante la sensación de que "podamos tener el árbitro en contra nuestra", ERC asegura que dispondrá de más apoderados que en ninguna otra convocatoria. "Nunca hemos encontrado una respuesta clara a nuestra pregunta de si serán respetados los resultados y estaremos en condiciones de realizar un escrutinio paralelo" con las sumas de las actas de las mesas, afirma Sabrià.