Barcelona quedó ayer apeada en la primera votación de sus aspiraciones a convertirse en la sede la Agencia Europea de Medicamentos. Tras un empate en la última ronda de votos, el sorteo favoreció a Ámsterdam frente a Milán y allí se irá la agencia cuya salida de Londres es una de las primeras materializaciones del "Brexit".

El descabalgamiento de Barcelona del proyecto -que las tres administraciones, la estatal, la autonómica y la local, defendieron juntas en Bruselas en pleno proceso soberanista- propició un nuevo cruce de culpabilizaciones mutuas entre los partidos estatales y el secesionismo por la pérdida del centro que se encarga de supervisar y autorizar la comercialización de fármacos en la UE. Con 890 empleados y 35.000 visitas anuales de expertos, la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) constituye un potente motor económico.

Para la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, que la agencia no vaya a la capital catalana es un "daño directo" del independentismo. En esa apreciación, en la que también insistieron otros miembros del Gobierno, coinciden también PSOE y Ciudadanos. Enfrente, el expresidente catalán Carles Puigdemont tuiteaba que "hasta el 1 de octubre Barcelona era la favorita", pero con "violencia, retroceso democrático y el 155, el Estado ha sentenciado" la candidatura. "El éxito del 155: encarcelar líderes civiles y la mitad del Govern legítimo, forzar el exilio de la otra mitad, erradicar el autogobierno y ahora ya podemos sumar empobrecer el territorio", añadía el antiguo jefe del Ejecutivo catalán, ahora huido a Bruselas.

En posición equidistante, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, considera que "ni la declaración unilateral de independencia ni el 155 han ayudado" y sostiene que "Barcelona era la mejor candidatura a nivel técnico".

Barcelona recibió trece puntos en la primera votación, lo que la situó en quinto lugar y la dejó fuera del proceso. Milán obtuvo veinticinco puntos y Copenhague y Ámsterdam consiguieron veinte cada una. En la segunda ronda, Milán quedó de nuevo en primer lugar con doce puntos, frente a los nueve de Ámsterdam y cinco de Copenhague. Al no obtener ninguna los catorce votos necesarios para ser la ganadora, las dos mejor posicionadas pasaron a la tercera ronda. Ámsterdam y Milán lograron trece votos, un empate técnico que se resolvió con un sorteo, que favoreció a la ciudad holandesa y que el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, calificó de "burla".

La EMA destacaba ayer la "excelente conectividad" que ofrece Ámsterdam, además de las posibilidades que supone trasladarse a un edificio construido a su medida. Una "encuestas internas" anticipa que "una amplia mayoría" de sus trabajadores están dispuestos a mudarse a Holanda cuando se ejecute el traslado del organismo.

Aún así, la agencia subrayó que es necesario elaborar un plan detallado que evite "la creación de lagunas en el conocimiento y la experiencia" de su plantilla.

El organismo llamó además a Holanda a establecer una "colaboración estrecha" con la EMA fin de "asegurar un traslado exitoso y la continuación de las operaciones con mínimas interrupciones".