El comisario jubilado José Villarejo y el excomisario de Barajas Carlos Salamanca ingresaron el domingo por la noche en la prisión madrileña de Estremera, la misma en la que duermen desde el pasado jueves el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y siete exconsejeros.

Tanto unos como otros han ingresado en prisión por decisión de la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que ordenó el ingreso incondicional de Villarejo, su socio Rafael Redondo y de Salamanca por delitos de cohecho, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

Villarejo y Salamanca pasaron la primera noche en el módulo para reclusos procedentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que hay en el penal madrileño, según informaron a Efe fuentes penitenciarias.

Villarejo y Salamanca, detenidos el pasado viernes, declararon el domingo ante Lamela acusados de integrar un entramado empresarial cuyo principal objetivo era reintroducir en España y otros países de la UE fondos procedentes de actividades ilícitas vinculadas a la corrupción internacional en los negocios.

"Elevadas sumas"

Según la Fiscalía Anticorrupción, tanto Villarejo como Salamanca se valían de las funciones propias de sus respectivos cargos policiales, "especialmente sensibles para la seguridad nacional", para recibir "elevadas sumas de dinero y regalos suntuarios diversos". Todo ello a cambio de sus servicios especializados "de inteligencia" y de "facilitar la entrada ilegal de ciudadanos no comunitarios en territorio español".

La operación "Tándem", que condujo a las detenciones, se basa en informes supuestamente fraudulentos como el que realizaron Villarejo y Salamanca por encargo de un alto cargo de Guinea Ecuatorial sobre uno de los hijos del presidente Teodoro Obiang, supuestamente para desacreditarlo. Fuentes jurídicas precisaron que en los registros se incautaron "importantes sumas de dinero", sin precisar la cantidad. La causa está declarada secreto.

"Indicios de nulidad"

La defensa de Villarejo denunció ayer lunes que se han detectado "indicios de nulidad" en los registros practicados por los agentes de la unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional en el chalet que posee el excomisario en Boadilla del Monte (Madrid), tras su detención. Los abogados del comisario consideran que la prisión incondicional decretada por la magistrada Lamela es "injusta y desproporcionada".

Además de a los tres encarcelados, los agentes detuvieron el pasado viernes a la mujer de Villarejo, Gema Alcalá; a un hijo de Villarejo, a otro de Salamanca y a una séptima persona. Estos cuatro últimos quedaron en libertad.