La viguesa Estefanía Mariño vive en Barcelona, donde trabaja como asistente personal de un cirujano. La ciudad vive hoy un domingo diferente entre los efectos del referéndum, si bien ella ha optado por vivirlo desde su domicilio. "Hoy estoy recluida en casa pero por iniciativa propia. Hace once días, desde las detenciones de la Guardia Civil, evito las calles conflictivas porque siempre hay jaleo, manifestaciones y altercados", asegura Mariño, quien trata de tomárselo con cierto relajación: "Me entero de lo que está pasando hoy por la tele aunque por ahora no hay tanques en la Diagonal... Se está desmadrando todo en todos los sentidos", añade.

"Lo que vemos por la calle está bastante tranquilo pero vivimos en el Eixample y el colegio más cercano está por detrás del edificio así que no lo vemos", afirma Estefanía, quien relata que "mi compañera de piso, que es catalana pero no está interesada en el Procès, aprovechó ayer para ir a comer con sus padres y así tampoco salía de casa hoy. Nos quedamos aquí tranquilas y si hay que tomar una cerveza hoy lo haremos en casa".

Sobre el "procés", la viguesa, que vive desde hace 15 años en Barcelona y está censada desde hace 10, entiende "que quieran votar pero me parece absurdo que se haya montado esta campaña de odio por ambas partes que no beneficia a nadie. Han llegado a un punto, generado tanta animadversión en el resto de España en el que si el referéndum se celebrase en toda España se votaría a favor de la expulsión de Cataluña".

"Lo que yo les digo siempre", añade, "es que si los que tanto luchan por votar ahora hubiesen votado en las generales la situación actual sería bien distinta y a lo mejor no estaríamos como estamos. Tal vez el referéndum se podría haber hecho y serviría para algo".