Alcaldes a favor y en contra de la consulta del 1-O coparon ayer por la mañana la actualidad en Cataluña. Los tres primeros regidores citados por respaldar la convocatoria, suspendida por el Tribunal Constitucional (TC), comparecieron para evitar ser detenidos, pero se acogieron a su derecho a no declarar.

Entre tanto, en Lérida, donde el PSC retuvo la Alcaldía en 2015 gracias a C's y el PPC, los líderes de estas dos últimas fuerzas dieron en persona su apoyo al equipo de gobierno, "señalado" en unos carteles de la organización Arran, vinculada a la CUP, por negarse a apoyar la consulta.

"El Govern apunta y los radicales de la CUP y Arran disparan", denunció el líder del PPC, Xavier García Albiol, mientras que Inés Arrimadas (C's) calificó la acción de Arran de "intolerable" y sugirió que acudirán a los tribunales.

"No quiero que me señalen"

La edil leridana del PSC Sara Mestres tampoco se quedó corta: "No me gusta que me señalen en ningún cartel porque esto ya lo hizo Franco cuando tenía 18 años". Sin embargo, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, consideró que la "amenaza en toda regla" es la del fiscal general, José Manuel Maza, de llevar a la cárcel a 700 alcaldes".

En este clima cada vez más enrarecido comparecieron como investigados ante la Fiscalía tres regidores leridanos: los de Mollerussa, Marc Solsona -también diputado del Parlament-; Oliana, Miquel Sala, y El Pont de Suert, José Antonio Troguet. Ninguno quiso declarar, al considerar que el ministerio público se está extralimitando al imputarles. Pero Solsona, quien, como aforado, fue citado en la Fiscalía Superior de Cataluña, quiso pronunciar un alegato, algo que el fiscal no le permitió.

En La Jonquera (Gerona), el PSC denunció la aparición de falsos carteles pidiendo el voto en contra en la consulta en nombre de C's, el PSC y el PP.