El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha decidido investigar (imputar) al diputado del PDeCAT y exconseller de Justicia, Germà Gordó, por presuntos delitos de tráfico de influencias, prevaricación, malversación de fondos públicos y otros, vinculados al "caso del 3%".

El anuncio de la investigación ha movido a su partido a pedirle que dé un "paso al lado" y dimita como diputado, algo a lo que Gordó se resiste. El exconseller anunció, en cambio, que dejará la presidencia de la Comisión de Justicia del Parlament, lo que ha sido considerado insuficiente por el PDeCAT. En esas condiciones, el entorno de Gordó comunicó que el político catalán está sopesando abandonar las filas del grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxSí, lista común del PDeCAT y ERC) para quedar como diputado no adscrito.

Hombre de confianza del expresidente catalán Artur Mas, Gordó fue gerente de CDC (antecedente del actual PDeCAT) entre 2004 y 2011, secretario del Govern (2010-2012), conseller de Justicia (2012-2016) y consejero de la empresa pública Infraestructuras de la Generalitat de Cataluña (GISA), con lo que tuvo responsabilidades tanto organizativas y económicas, según expone el auto judicial de investigación.

ERC se ha sumado a una petición de su rama juvenil (JERC) y ha exigido a Gordó en un comunicado que renuncie a su escaño en el Parlament, ya que JxSí no se puede permitir "ni una sombra de sospecha", máxime con el proceso soberanista en marcha.

Desde la oposición, el portavoz de C's en el Parlament, Carlos Carrizosa, consideró que Gordó debería dimitir tan pronto como sea citado a declarar por el TSJC. El PSC le pidió que "dé explicaciones" públicas sobre su imputación, sin exigirle formalmente la dimisión.