El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, avanzó ayer que tanto la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, "tienen que estar" en la negociación para sacar adelante el nuevo modelo de financiación autonómica.

En su primera comparecencia ante los medios como portavoz del nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, el también ministro de Educación ha confirmado que la vicepresidenta seguirá encargándose de la coordinación política del Ejecutivo.

Pero al recibir en su elenco de funciones la relación con las administraciones territoriales, ella participará en las conversaciones y negociaciones encaminadas al diseño de un nuevo sistema de financiación, que es algo que han reclamado y reclaman casi todos los gobiernos autonómicos.

"Tanto ella como Montoro tienen que estar, los dos", recalcó el titular de Educación, Cultura y Deporte antes de destacar que se evidencia, así, "la importancia" que el nuevo gabinete de Rajoy concede a la reforma del modelo de financiación de las comunidades.

A su juicio, este cambio estructural, en comparación con el anterior Gobierno, en el que la competencia de las relaciones con las administraciones recaía en Montoro, "es buena idea".

El presidente precisó en el debate de investidura que una de sus prioridades será el acuerdo para una nueva financiación autonómica, dados los problemas que el vigente genera en la mayoría de las comunidades por no haberse actualizado.

Por todo ello, las comunidades autónomas que gobierna el PSOE apremiaron al nuevo Gobierno a establecer cauces de diálogo para buscar soluciones a los problemas pendientes, especialmente la reforma del sistema de financiación.

A la espera de conocer las fechas de los primeros pasos, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, reclamó para su comunidad "lo que le pertenece" y que se trate a ésta con "sensibilidad", "justicia y diálogo".

En un tono crítico se ha movido también el president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, quien tildó de "decepcionante" al nuevo gabinete de Rajoy, ya que "se necesitaba un equipo diferente, con rasgos que implicaran más diálogo". Con todo, ha trasladado su deseo de que haya "lealtad institucional".

Desde Castilla-La Mancha, el presidente, Emiliano García-Page, ha tendido la mano para alcanzar acuerdos de calado, aunque ha advertido de que si por parte del nuevo Ejecutivo "no hay voluntad de acuerdo", lo reivindicará en defensa de su comunidad, pues le pagan por eso.

Con mano tendida también se ha pronunciado el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien solicitará formalmente contacto con el Ejecutivo.