El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ya no mira a Venezuela cuando se trata de hablar de sus gobernantes preferidos. A diferencia de lo que manifestaba en 2013, cuando mostraba su preferencia por el que fuera mandatario venezolano, Hugo Chávez, y el presidente actual, Nicolás Maduro, frente a José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, ayer negó en una entrevista radiofónica que mantuviera los mismos modelos. Iglesias rechaza que se hable "mucho de Venezuela para hablar poco de España", con independencia, reconoció, de que en el país latinoamericano se hayan hecho "muchas cosas mal" y de que en "cualquier democracia" sea "deseable que se produzcan ciertos cambios".

En la misma línea de revisión de posiciones, Iglesias considera que la izquierda abertzale y su líder, Arnaldo Otegi, deberían pedir perdón a las víctimas de ETA "de manera más contundente" y lamenta que hayan perdido "muchas oportunidades" para hacerlo. Otegi debería "condenar el terrorismo de manera más explícita", aunque es "una buena noticia que los que en el pasado justificaron la violencia hoy acepten las reglas del juego", dijo.