Tras el éxito de En Comú Podem en las elecciones generales, en las que cosechó doce diputados, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, impulsora de esa confluencia de fuerzas de izquierda, y también de la que la llevó a la Alcaldía en mayo, ha puesto la mira en la Generalitat. La regidora confirmó ayer su intención de crear un nuevo partido, que ella prefiere llamar "espacio político", y que estará más allá de la "sopa de siglas", del "partidismo" y de las coaliciones, para que pueda convertirse en una "apuesta de futuro".

Se trata, explicó la regidora, de un proyecto que pretende aglutinar a las fuerzas del "cambio" en Cataluña y en el que no quiso desvelar cuál será su papel. Próximamente se celebrará la asamblea constituyente del partido, con el que Colau pretende articular "un espacio político necesario que no estaba presente".

Los tres ejes principales del proyecto son la defensa de los derechos sociales, la lucha contra la corrupción y el ejercicio del derecho a decidir.

En rueda de prensa junto al portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech, y el secretario de la Mesa del Congreso, Marcelo Expósito, la alcaldesa tendió la mano a todos los partidos que tengan esas tres prioridades; especialmente, a la CUP y al sector más soberanista del PSC, que, en su opinión, "se siente abandonado".

La idea de construir una alternativa de izquierdas, aglutinadora y permanente, es una vieja reivindicación de algunos de los socios de coalición de Colau en las municipales y las generales, como ICV, EUiA e, incluso, de Podem Catalunya, que ven con buenos ojos la iniciativa.

No obstante, estas tres fuerzas abordarán la cuestión en sus respectivos cónclaves. De momento, la portavoz de ICV, Marta Ribas, defendió la necesidad de crear un espacio de izquierdas "estable". Y el de Podem Catalunya, Marc Bartomeu, dijo que la apuesta de su formación por la confluencia "ha sido constante", aunque la propuesta de Colau ir hacia una organización "más uniforme".