La CUP consideró ayer que la propuesta de acuerdo que les hizo llegar el martes Junts pel Sí (JxS) tiene "carencias". Así, según su portavoz en el Parlament, Antonio Baños, los recursos con que Convergència (CDC) y ERC proponer dotar el plan de choque social -uno de los pilares de la oferta, junto a un Gobierno "de transición, con presidencia coral incluida- "son muy escasos para lo que la CUP plantea".

Además, Baños aclaró que la propuesta no es un texto consensuado, sino un texto de JxS al que la CUP ha hecho aportaciones para ampliarlo: "Lo hemos recibido de ellos y hemos participado. Hay muchas cosas que la CUP ha aportado y que ellos han integrado".

Y añadió: "Teníamos la obligación de, en vez de recibirla (la propuesta) y llevarla a valorar tal cual, lo que sería políticamente poco inteligente y poco útil para el país, analizarla y ver cómo se podía ampliar" para que tuviera más peso social y político.

Sobre la asamblea del domingo, que será la que determine si la CUP apoya o no la investidura de Artur Mas, defendió que los diez diputados "cuperos" no voten para no decantar la decisión: "Un diputado es el receptor del mandato de la asamblea" y no debe influir, argumentó.

La formación anticapitalista volvió a cambiar ayer el lugar de celebración de la asamblea, que ya no será en Girona, sino en Sabadell (Barcelona), por motivos de aforo, dado que el número de inscritos para votar supera los 3.500. Y, más importante, no se votará con mandos a distancia, por motivos "técnicos y económicos", sino a mano alzada -una opción que había quedado descartada- o con papeletas y urnas, si así lo pide el 25% de los asistentes.

Se votarán cuatro posibilidades, y si en la primera ronda ninguna de ellas supera el 50% de apoyos, se celebrará otra, pero eliminando la opción menos respaldada en la anterior. Y así hasta que una de las cuatro opciones obtenga más de la mitad de los sufragios.

Las opciones son: aceptar la propuesta de JxS y a Mas como president; rechazar a Mas y seguir negociando con JxS; rechazar la propuesta pero facilitar la investidura; y rechazar tanto la propuesta como a Mas.

El coordinador general de Convergència, Josep Rull, advirtió que sería "difícilmente justificable" que la CUP rechazara el acuerdo con JxS y "despilfarrara" una "oportunidad histórica", al tiempo que descartó un posible "candidato alternativo" a Mas.

Rull advirtió a la CUP que, si su asamblea rechaza la propuesta de JxS, agotaría el margen de acuerdo porque ya no habría nuevas ofertas, con lo que la convocatoria de nuevas elecciones sería inevitable. Rull llamó a la CUP a "aprovechar" el momento de "debilidad muy severa" de la política española, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, que ayer renunció a la alcaldía de San Vicenç dels Horts, avisó a los anticapitalistas que no pueden limitar su apoyo a la investidura, sino dar "estabilidad parlamentaria" al próximo Govern para aprobar, entre otras cosas, los próximos presupuestos.