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Juan Díez Nicolás: "En España hay una democracia sin demócratas"

"Ahora todos quieren tener visa, coche y escolta a pesar de ser peores políticos que los de antes"

Juan Díez Nicolás. // FdV

No sabía si sería de derechas o de izquierdas, pero Juan Díez Nicolás (1938), el artífice del CIS, catedrático emérito de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense y reputado investigador sociológico de muy larga y fecunda trayectoria, tenía claro que en España, desde hace tres años, se estaba dando un caldo de cultivo propicio para la aparición de un líder populista. Y salió de su propia Facultad. Llama la atención el respeto de Díez Nicolás hacia quienes considera con naturalidad sus colegas universitarios mientras llueven chuzos contra ellos. "No nos engañemos", sugiere contundente "no tienen nada de tontos y demuestran una gran inteligencia para adaptarse a las circunstancias", aunque duda de que el éxito que obtuvo esta formación en las elecciones europeas se repita en los comicios de 2015. "Existe una gran indignación y malestar general". Y como consecuencia aparece el flautista de Hamelin. El que fuera gran asesor de Adolfo Suárez a golpe de sondeos echa hoy de menos una izquierda española y una derecha laica. "Yo nunca tuve visa oficial ni escolta en los momentos más duros de ETA. Nuestra Transición fue modélica para muchos países, pero los sucesores de Fraga y Carrillo se han aprovechado de los privilegios de la casta". El sociólogo, contagiado del lenguaje de sus colegas, te deja el alma en vilo cuando sentencia que España es una democracia sin demócratas y que es de locos haber dado cancha legal a quienes quieren cargarse el país.

-¿Qué le dicen los sondeos mensuales de opinión pública sobre el estado de ánimo de los españoles en este momento?

-Que existe una gran indignación y malestar general. Este sentir comenzó en 2007 y se agudizó a partir de 2011 con una total desafección de los ciudadanos con las instituciones y con los líderes políticos.

-Pero no es poca cosa que un 10% de españoles se sienta extraordinariamente feliz. ¿No le parece?

-Nadie quiere admitir que no es feliz porque eso supone un fracaso personal. Las personas que manifiestan sentirse más felices son las de Latinoamérica y las de la África subsahariana. El reconocer que no eres feliz es asumir que no has sabido gestionar tu vida, que eres débil y eso no se lleva en este mundo que te cría para ser un triunfador. Parece que el que no triunfa no tiene otra salida que el suicidio, como exponía Arthur Miller en "La muerte de un viajante"

-¿Hay la misma o parecida felicidad en todas partes?

-Casi todos los ciudadanos de todos los países dicen sentirse felices.

-¿Es la situación actual española un buen caldo de cultivo para que triunfe un líder populista?

-Absolutamente y lo auguré hace tres años. Esta situación de crítica ciudadana al sistema, a las instituciones, a la democracia y a los partidos políticos hacía previsible que cualquier líder populista se convirtiese en el flautista de Hamelin. A nosotros, de momento, nos ha salido uno de izquierdas. ¡Claro que lo veía venir!

-¿Usted veía venir a Pablo Iglesias?

-Por supuesto. Y siempre que surge una fuerza radical de izquierdas surge de inmediato una de derechas o a la inversa.

-¿Es de verdad hoy Podemos la fuerza con mayor intención de voto o se trata de asustar al personal?

-Los ciudadanos están con Podemos por la crítica a los privilegios que se ha arrogado la clase política. Se hizo un abuso de lo acordado en la Transición. Una cosa es estar con Podemos en la crítica y otra estar de acuerdo con las medidas que defiende Podemos. El partido de Pablo Iglesias ha dado un aviso importante a esos políticos que han basado la política en el abuso porque le puedo asegurar que los de Podemos de tontos no tienen nada. Pablo Iglesias ha visto que la gente está con ellos pero que tienen que cambiar sus propuestas. Ya lo han hecho con lo del salario social o la deuda pública. Podemos demuestra una gran inteligencia para adaptarse a las circunstancias.

-¿Se dan entonces las condiciones para que surja un líder populista de extrema derecha?

-Totalmente y estoy seguro que a las próximas elecciones concurrirá un partido radical de derechas. No me gustan los extremismos, pero los habrá.

-¿Tiene usted miedo de Podemos?

-Ninguno. En España hay una democracia.

-Muy cuestionada, ¿no?

-No está cuestionada la democracia, sino el funcionamiento de la democracia. El mundo camina hacia una radicalización que afecta incluso a Estados Unidos.

-¡Qué miedo!, ¿verdad?

En Estados Unidos es difícil que surja un conflicto social parecido a una guerra. En Europa han aparecido Le Pen, los nacionalistas griegos o los neonazis. No creo que en Europa a pesar de estos brotes se pueda desencadenar una guerra pero nada es descartable.

-¿No constituyen las propuestas de Podemos un brindis al sol?

-En algunos casos sí, pero lo hicieron para captar la atención y ahora se han moderado. Han pasado del modelo de Cuba y Venezuela a la socialdemocracia de Willy Brandt.

-¿Encuentra semejanzas entre los Iglesias y Monedero con los González y Guerra de los 80?

-¡Qué va! Eran más moderados los del clan de la tortilla, que fueron todos inspirados por Willy Brandt y comprendieron que el socialismo era compatible con la economía libre de mercado.

¿Qué opina de las críticas demoledoras al discurso de Pablo Iglesias en el congreso que le eligió secretario general?

-En todos los partidos tienden al liderazgo incuestionable. La democracia interna en los partidos no existe en España.

-Y el programa de Podemos es un disparate, según expertos que no tienen nada ver con la casta.

-Y me lo creo. Un país moderno que pertenece a la Unión Europea no puede, por ejemplo, anunciar que no quiere pagar su deuda. Podemos ya ha cambiado su demagogia económica en su discurso. Cuando uno está a punto de pisar moqueta e ir en coche oficial cambia. Eso ya se vio en la Transición.

-¿Por qué es tan baja la valoración de los líderes del PP?

-¿Sólo los del PP?

-Son los que gobiernan.

- Los políticos de hoy en día no tienen la calidad que tenían, por ejemplo, los de UCD.

-¡Vaya como barre usted para casa!

-Antes se conocía a los políticos, ahora no.

-A lo mejor porque hay demasiados, ¿no?

-¡Claro! Se han repetido por 17 los cargos públicos. Ahora no se conoce ni a los ministros. Solo el Rey Juan Carlos, Felipe VI, Felipe González y Adolfo Suárez fueron conocidos por el 90 por ciento de los ciudadanos. Los políticos no son ahora brillantes como lo fue, por ejemplo, Alfonso Guerra. Los ministros son peones de sus partidos y ahora se conoce a Soraya Sáenz de Santamaría, a Ana Pastor, a Jorge Fernández y a Wert por ser poco querido.

-Y a Ana Mato, señor Díaz. ¿Cómo afectará al PP la caída de la exministra de Sanidad?

-Dentro de dos semanas, nadie se acordará de Ana Mato ni de por qué dimitió. La gente vincula a Ana Mato con el ébola, no con el 'caso Gürtel'.

-Y el 'caso Gürtel' o los papeles de Bárcenas. ¿Cómo afectarán al PP?

-Afectarán y reducirán apoyos electorales al PP, pero igual que los casos ERE o los tejemanejes de los sindicatos al PSOE. Los dos partidos políticos de España no se han dado cuenta de que con el "tú más" de la corrupción, lo único que consiguen es hacer pensar a los ciudadanos que todos los políticos son corruptos. Corruptos han sido los políticos, los sindicatos y las patronales, ¡que a nadie se le olvide!

-Hábleme, por favor, del voto oculto del PP.

-El voto oculto del PP ha sido fruto de su mayor error.

-Perdone, no entiendo.

-El PP no ha sabido tener a nadie a su derecha y eso le ha laminado su imagen pública. ¡Si hasta el PSOE ha mantenido al PCE para que no desapareciese y tener así a alguien que fuese más de izquierdas! Por esta razón, no descarto que aparezca un partido más de derechas que sea una voladura controlada del propio PP.

-¿Cómo Rajoy, asesorado por su colega Pedro Arriola, se ha enajenado a las víctimas del terrorismo, a los antiabortistas y a los nacionalistas?

-Arriola es muy inteligente, un analista con olfato como Julián Santamaría o José Félix Tezanos. Habría que preguntarle a Arriola qué ha pasado para perder esas bolsas de voto que ahora se han juramentado contra el PP. ¡Eso sí! Del dicho al hecho hay un trecho y más en España. Si surge en España un partido más de derechas que el PP, las víctimas del terrorismo y los antiabortistas se irán con él.

-¿Es que el ciudadano no agradece que España haya evitado la intervención de la UE, la caída de la prima de riesgo y, en general, la recuperación económica?

-Rajoy lo ha hecho en materia económica bien. Evitó la intervención pero a costa de los bolsillos de los ciudadanos que aún nos preguntamos qué va a pasar con esos gestores de las cajas que expoliaron los ahorros de muchos ciudadanos. En España hace falta una justicia más rápida y ejemplar, porque lograr una sentencia condenatoria tras veinte años de litigio no vale para nada. Eso es lo que necesita España.

-¿Nada más?

-Y una izquierda española y una derecha laica. No se puede entender que la izquierda se una ahora con quienes van en contra de los intereses de España. ¿Sabe que hay países que prohíben los partidos nacionalistas o secesionistas en su Constitución?

-Claro. Dice el filósofo Ignacio Gómez de Liaño que en ningún otro país se permite concurrir a las elecciones a partidos como CiU, ERC o CUP que están en contra de la unidad del Estado y que si eso se diera estarían en peores circunstancias que España.

-Es que eso es así. ¡Estamos locos! Llevamos en los genes el espíritu de división.

-Usted insiste en que el PP no consiguió en 2000, cuando logró la mayoría absoluta, más votos que en 1996 cuando sólo ganó por un punto. ¿Por qué ha sido eso?

-Por la abstención que hubo en 2000 cuando IU y PSOE se unieron con consecuencias nefastas para ellos. Esos votantes de izquierdas se quedaron en casa y proporcionalmente el PP sacó más votos, pero el apoyo electoral fue el mismo que en 1996.

-¿Qué ha pasado en su opinión el 9-N en Cataluña?

-Algo muy desagradable. Parece que en España la realidad es la que algunos dicen que es no la que es y se manipula a través de la comunicación. No hubo un referéndum pero hubo algo parecido a un referéndum y una tomadura de pelo al Estado. Rajoy tenía que haber tomado cartas en el asunto mucho antes.

-¿Cuándo?

-Hace tres años, pero los errores vienen de lejos, de la UCD.

-¿Se refiere al 'café para todos' de García de Enterría?

-Ese 'café para todos' no fue lo peor. Habría que haber actuado la primera vez que un ayuntamiento se negó a izar la bandera de España. Cuando el gobierno o la oposición no cumplen la ley y se mira para otro lado se lanza el mensaje al ciudadano de que se puede estar sin consecuencias al borde de la ley. En españa ha habido mucho chalaneo y lo sigue habiendo cuando se plantea ahora cambiar la Constitución.

-¿No es la Constitución un traje que ya no nos sirve?

-La Constitución de 1978, nos guste o no, es la primera y única que hemos tenido elaborada por todos los partidos políticos y la primera que se llevó a referéndum y logró el apoyo masivo de los españoles. Se puede reformar la Constitución artículo por artículo pero no hacer una nueva. En España hay democracia sin demócratas. Todos defienden la democracia pero hacen las cosas por la puerta de atrás.

-¿Qué quiere la sociedad catalana?

-Lo mismo que la española y hay un grupo que quiere ciertos privilegios. En esto de la independencia existen unas élites locales que prefieren ser cabeza de ratón a cola de caballo.

-¿Puede ser que muchos catalanes emocionalmente quieran una cosa y cerebralmente, otra? Algunos independentistas escoceses votaron por continuar en el Reino Unido como mal menor.

-En Cataluña sucede lo mismo. No existe ni una sola encuesta desde 1963 que demuestre que en el País Vasco o en Cataluña hay una mayoría independentista. En Cataluña predominan los que se sienten tan catalanes como españoles.

-Pues salen a la calle en tropel a pedir la independencia.

-Porque los moderados no se manifiestan nunca, van a votar cuando se les ponen las urnas. España es un país de centro que huye de los extremos y eso lo entendieron muy bien Adolfo Suárez y Felipe González.

-¿En qué se diferencia principalmente el estado de ánimo de los catalanes del estado de ánimo del resto de los españoles?

-En que hay una minoría que quiere más autonomía e incluso la independencia. Negar que exista esa minoría es falso pero decir que son mayoría también es una falsedad.

-¿Cómo afectará el fenómeno Podemos a los nacionalismos vasco y catalán?

-Les quitará votos porque es una izquierda auténtica. IU era muy residual, nostálgica y de viejecitos. IU se ha convertido en una opción poco atractiva.

-Ahora tiene a Tania Sánchez.

-A ver qué pasa con Tania Sánchez. Lo cierto es que Podemos evita comprometerse con los nacionalismos. La izquierda siempre ha sido española e internacional. Nunca ha fomentado los nacionalismos por eso no entiendo ciertas posturas absurdas ahora del PSOE.

-¿Por qué desde fuera confían más en la estabilidad de España que nosotros y relativizan los movimientos independentistas y nacionalistas?

-Porque a la Unión Europea no le interesa la desestabilidad de España. No puede permitirse el lujo de que España se fragmente porque después de España vendría Francia, Italia, el Reino Unido y otros países. En España, que somos muy raros, tenemos un estado unitario que en realidad no lo es porque está descentralizado y muy mal descentralizado.

-¿Qué quiere decir?

-Que esa descentralización se hizo sin sentido, con apaños para contentar a unos y otros y sacar algo a cambio.

-Usted que fue protagonista destacado de la etapa final de Adolfo Suárez ¿ve algo parecido en este tramo final del Gobierno de Rajoy en cuanto a desafección popular?

-Esa desafección también la sufrieron Felipe González, Aznar y Zapatero. En España nunca hemos despedido a nadie con vítores, así que recomiendo a Rajoy que se prepare para cuando se despida o lo despidan.

-¿Le apena que la Transición se encuentre hoy tan desacreditada?

-Es que la Transición no se ha explicado bien y menos a los jóvenes. La Transición no fue perfecta pero se hizo bastante bien y muy rápido. Lo que sucede es que después se ha abusado de las bondades de la democracia. Nuestra Transición fue modélica para muchos países pero los sucesores de Fraga y Carrillo se han aprovechado de los privilegios de la casta.

-¿No gozaban de privilegios los políticos de la Transición?

-Yo nunca tuve visa oficial ni escolta en los momentos más duros de ETA. Sí tenía coche oficial pero no lo usaba porque me movía en moto. Ahora todos quieren visa, coche y escolta a pesar de ser peores políticos que los de antes.

-¿Cómo interpretar que muchos ciudadanos aún toleren las corruptelas de los políticos cuando les votan a pesar de estar condenados?

-En España falta cultura política y sobra clientelismo.

-¿Cómo valora la deriva de Pedro Sánchez hacia algunos postulados de Podemos?

-A Pedro Sánchez lo veo titubeante.

-¿No es uno de los símbolos de la regeneración política?

-Aquí nos encanta cambiar las élites políticas. No hay que rejuvenecer la clase política, hay que seleccionar a los mejores políticos. ¿Por qué nadie habla de rejuvenecer a la clase financiera?

-¿No acabará siendo la oferta del PP la menos mala para una población que no quiera arriesgar y que se sienta inquieta por algunos preocupantes tufos latinoamericanos de Podemos?

-Se le da excesiva importancia a Podemos, un partido que vemos que ya se ha moderado y que se moderará más en 2015. Podemos se benefició de la alta abstención de los comicios europeos, pero no sucederá lo mismo en las próximas elecciones autonómicas y locales. Eso lo saben en Podemos y por eso no se presentan a esas elecciones. El PP seguirá siendo la oferta menos mala para muchos pero muchos menos de los que le apoyaron en 2011. Esa mayoría que obtuvo Rajoy en 2011 es difícilmente repetible.

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