La faena de Pablo Iglesias iba ayer como la seda cuando un espontáneo saltó a la arena de Ritz y recriminó al líder de Podemos su asesoramiento al Gobierno de Venezuela. Alberto Casillas, español que residió durante 25 años en el país caribeño y héroe del 25-S que impidió que los antidisturbios detuviesen en su establecimiento a jóvenes antisistema, saltó como un resorte de su silla en el salón principal del hotel madrileño y se encaró a un perplejo Iglesias.

"En Venezuela están matando a los jóvenes", denunció Casillas, quien en varias ocasiones se lamentó de que su esposa no pueda ni comprar papel higiénico en Venezuela. "¿Ha asesorado al Gobierno de Maduro en eso?", le reprochó mientras la seguridad del hotel se apresuraba a sacarlo no sin dificultades del abarrotado salón principal en el que debutaba Iglesias, quien no hizo nada por impedirlo.

El líder de Podemos y eurodiputado aguantó como pudo el chaparrón, negó haber asesorado "a nadie para que golpee a alguien" y lamentó el tono empleado por el espontáneo que interrumpió el turno de preguntas organizado por Fórum Europa. "Algunos prefieren el insulto, no quieren debatir y prefieren difamar", respondió Iglesias, quien nunca ha negado su asesoramiento al Ejecutivo venezolano a través de una fundación de estudios políticos.

"Jamás he asesorado a nadie para que reprima a alguien o golpee a nadie", insistió, "y tampoco he asesorado a nadie para que muerda en cuello de los niños y les saque la sangre", añadió un molesto pero impertérrito Iglesias, que al salir del hotel quiso restar importancia a este espontáneo que durante tres minutos interrumpió su faena.