Los turistas, principalmente japoneses, que ayer alrededor de las tres de la tarde paseaban por la plaza de Oriente, frente al Palacio Real, apenas repararon en el hombre que, embutido en un mono azul y encaramado en una escalera, se afanaba en dejar relucientes las persianas del balcón principal del Palacio. El mismo desde el que mañana saludarán Felipe y Letizia, ya convertidos en Reyes de España, a las 30.000 personas que se estiman abarroten la plaza.

Para algunos será cuestión de mostrar su fervor monárquico y para otros, sin menoscabo de lo anterior, una oportunidad de negocio. Como para Manuel, que desde hace más de cruenta años regenta uno de los kioskos de bebidas, chucherías y helados de la plaza de Oriente. "Estoy preparado para la invasión. La vida está muy achuchada y este tipo de cosas son buenas para nosotros", confiesa.

Los preparativos se aceleraban ayer en todos los escenarios de la proclamación. Los jardines están perfectamente cuidados, se han arreglado aceras, instalado bancos nuevos, hay flores y plantas por todas partes, los balcones se engalanan con banderas españolas, los comercios lucen en sus escaparates fotos de don Felipe y doña Letizia, 5.000 ha repartido la patronal madrileña... Y las tiendas de souvenirs ofrecen a madrileños y visitantes todo tipo de objetos y recuerdos de la histórica jornada.

Llaveros, escarapelas, pisapapeles, pins, mecheros, ceniceros, tazas, platos, vasos, camisetas, mecheros, fotos, pósters... Cualquier recuerdo puede encontrarse estos días en los establecimientos madrileños al lado de la típica flamenca, el toro o el merchandising de la selección española de fútbol. Y a cualquier precio. Desde el euro o el euro y medio que puede costar un mechero o un pin hasta los 15 de una camiseta o los 20 que cobran por adquirir una sudadera.

"Todo ha llegado hace poco porque no ha habido tiempo para más. Ha sido tan rápido...", comenta la mujer que regenta una de estas tiendas de souvenirs. Marian, la trabajadora de otra tienda, dice que "la venta no está siendo excesiva, pero según se acerque el día de mañana esperemos que irá a más". Tefik, por su parte, reconoce que "los mejores clientes son, sin duda, los japoneses". Los turistas se quedan sorprendidos por los preparativos y preguntan por dónde pasarán los nuevos reyes y cuál será el mejor lugar para verlos.

Como Clara y su marido, llegados desde Argentina, que con un marcado acento porteño explican que "recién estamos acá de vacaciones aprovecharemos para no perdernos el festejo. Los reyes de España son también los nuestros".

Los alrededores del Congreso de los Diputados son un continuo bullir de policías, operarios, técnicos de televisión, curiosos... Hasta la banda que tocará en la parada militar prevista frente al Palacio de la Carrera de San Jerónimo ensayaba ayer por la tarde.

La Plaza de Oriente de Madrid ultima los preparativos cambiando los adoquines de entrada del Palacio Real y plantando nuevas flores en sus jardines para acoger el próximo jueves la proclamación del nuevo Rey de España, un lugar al que se podrán acercar los ciudadanos para recibir el saludo de Sus Majestades Don Juan Carlos I y Doña Sofía y los próximos monarcas, Felipe VI y Doña Letizia.

Operarios y jardineros se afanan estos últimos días en darle los últimos retoques a la plaza de Oriente para que todo esté listo ya que medios de comunicación de toda España e internacionales estarán ese día pendientes de lo que allí ocurra. Así, uno de los obreros que estos días trabaja en la puesta a punto de la Plaza de Oriente, Víctor Ventura, ha reconocido que están "arreglando" lo que está "mal" primero por la zona exterior para después entrar al patio del Palacio Real y "limpiar la fachada y arreglar sus cornisas".

Las tiendas de la zona también se han llenado de souvenirs con productos como camisetas, chapas o pastilleros con las fotografías oficiales de los nuevos Reyes de España con un diseño moderno en dos colores, rosa o azul que han tenido muy buena aceptación por los compradores llegándose incluso a terminar durante el primer fin de semana algunas de sus existencias.