El presidente Mariano Rajoy abogó ayer en Cataluña por una España unida y, aunque no vio a Artur Mas, tras participar en el mismo acto público, lo instó a explicar a los ciudadanos de esa autonomía los costes de ir por una senda contraria y "encerrarse en sí mismo".

Artur Mas rehuyó a Rajoy, 24 horas después de haber hecho lo mismo con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Tras intervenir en la apertura del Foro de Marcas Renombradas de España, el presidente de la Generalitat abandonó el acto antes de que llegara el jefe del Gobierno.

Rajoy destacó la trascendencia de las empresas para la difusión de la Marca España y añadió que trabajando "codo con codo" se llega lejos. "Para ir rápido puede ser mejor andar solo, pero para llegar lejos es mejor ir bien acompañado", subrayó el presidente, quien advirtió que en un mundo que tiende "imparablemente a la desaparición de las fronteras" "encerrarse en sí mismo y permanecer inmóvil son los ingredientes seguros para el fracaso. En cambio, abrir camino en el exterior e innovar son las claves del éxito".

En el Parlament Mas afirmó que el PP impone con el "ordeno y mando" su voluntad sobre los catalanes e instó al Gobierno a resolver el problema votando. El presidente de la Generalitat llegó a decir en su respuesta a Alicia Sánchez-Camacho que al plantar cara al Estado "he notado en mis carnes que me he puesto en un camino personalmente peligroso". Antes el mandatario hizo la siguiente confesión: "Me veo más como el presidente del referéndum que como el de la independencia".

Por último, el Partido Popular denunció que la Generalitat quiere usar a presos para hacer las papeletas, como en las dictaduras. El Centro de Iniciativas para la Reinserción de Lérida ya imprime unas plantillas de prueba, según confirmaron fuentes sindicales.