Optimista por el nuevo dinamismo de la sociedad y de las empresas españolas gracias a un cambio de actitud que ha reducido el absentismo pero a la vez decepcionado con el inmovilismo de políticos e instituciones públicas. Con estos dos ánimos tan contrapuestos se presentó ayer el exministro de Trabajo y Asuntos Sociales entre enero de 1999 y febrero de 2000, Manuel Pimentel. En un almuerzo de la Asociación para la Defensa de la Transición que preside el general Andrés Cassinello, Pimentel alabó sin cortapisas la reforma laboral aplicada por el Gobierno de Mariano Rajoy, criticó la postura "insaciable" de los nacionalismos vascos y catalanes y se atrevió incluso a mostrar su rechazo a una posible abdicación del Rey Juan Carlos.