El líder de ERC, Oriol Junqueras, aboga, en su apuesta por una Cataluña independiente, por que todos aquellos catalanes que lo deseen por sus «intensos vínculos emocionales con España» adopten la doble nacionalidad, española y catalana, lo que además, en su opinión, permitiría la permanencia de Cataluña en la UE.

"Hay muchísimos ciudadanos de Cataluña que se emocionan viendo jugar a La Roja y tengo muchos amigos que están contentos cuando gana la selección española, y todo ello es perfectamente compatible con que muchos de estos ciudadanos estén convencidos de que tienen todo el derecho del mundo a decidir su propio futuro con el resto de catalanes, dotándose de los instrumentos necesarios para tener una sociedad más libre, más justa y más próspera", explica Junqueras.

Para el presidente de Esquerra, es "perfectamente compatible desear ser ciudadano de una futura república libre catalana, y por tanto votar que sí en un referéndum sobre la independencia de Cataluña, y al mismo tiempo sentirse emocional, cultural y lingüísticamente muy vinculado a España". Esto se debe, argumenta, a que muchos catalanes tienen sus orígenes familiares "en España, en Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Galicia, en Aragón" y "tienen como lengua familiar la lengua española, que es además una lengua importantísima en el mundo por el peso de su literatura y su potencia en número de hablantes".

Por todo ello, Junqueras está seguro de que, "en muchos casos", habrá catalanes que querrán mantener una "doble nacionalidad, española y catalana".

En este contexto, el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya asegura que, a su juicio, el Estado español "no tiene previsto ningún mecanismo para excluir de su nacionalidad a ningún ciudadano que no quiera ser excluido".

"Por tanto, nuestra condición de ciudadanos europeos está asegurada, por el hecho de que somos ciudadanos de la UE", concluye.

ERC ha descubierto la manera de que una Cataluña independiente pueda continuar perteneciendo a la UE. Es sencillo: se da a todos los catalanes que lo deseen la posibilidad de mantener la nacionalidad española, y como el Gobierno de Madrid no se la retiraría -o eso cree Esquerra-, aunque Cataluña se quedara fuera de la Unión, sus ciudadanos seguirían dentro de ella gracias a los pasaportes que expide el Ministerio de Interior.

Y, claro, la futura República de Cataluña no pondría pegas, dados "los intensos vínculos emocionales con España" que tienen muchísimos catalanes, "que se emocionan viendo jugar a La Roja" y hablan español en la intimidad de sus hogares. "Una lengua importantísima en el mundo por el peso de su literatura y su potencia en número de hablantes", nos halaga el líder de ERC, Oriol Junqueras.

Lo que el presidente de Esquerra no dice es cómo podría legislarse el embrollo que propone. ¿Cómo podría un ciudadano de la República de Cataluña, por mucho pasaporte español que tuviera, ser también un ciudadano de la UE, si el Estado catalán, como tal, no forma ya parte del club comunitario por haberse desgajado de España?

Sin embargo, lo que sí nos dicen implícitamente las palabras de Junqueras es que la pertenencia a la UE es la cuestión clave. Si el asunto no fuera tan importante, no habría salido con una propuesta que, una de dos, o es puro cinismo o es una sandez. Y también nos dicen que su partido está dispuesto a explotar los sentimientos de los catalanes hasta el final. Esta vez, los de los no nacionalistas, que, lógicamente, serían los que más interés tendrían en mantener la ciudadanía española.

La República de Cataluña sería generosa con ellos y les dejaría seguir siendo españoles. De esta manera, en el planteamiento de Junqueras, Cataluña conseguiría el Estado propio gracias a los independentistas y se mantendría dentro de la UE gracias a los que no lo son. Aunque, eso sí, de las ventajas de Bruselas disfrutarían todos.