Detienen a 44 personas e intervienen 385 kilos de hachís

Con esta "compleja" operación, realizada de forma conjunta por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, se dan por desarticuladas varias bandas dedicadas a la comisión de robos con fuerza e intimidación, tenencia ilícita de armas, extorsiones, secuestros, contrabando y tráfico de drogas.

Según ha dado a conocer hoy en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, los grupos desarticulados, algunos extremadamente violentos, llegaban a rivalizar entre sí, robándose mercancía y cometiendo hasta tres secuestros entre algunos de sus miembros.

En uno de ellos, una de las bandas llegó a atar por los pies al secuestrado, amenazándole con realizarle "un boquete en la rodilla" con un taladro, tal y como ha explicado en rueda de prensa el director de la operación y capitán de la Guardia Civil, Luis Ángel Horga.

La "complejidad" de esta operación, que aún tiene "flecos pendientes por resolver", se evidencia en que durante el último año los agentes de las fuerzas de seguridad han analizado cerca de 80.000 conversaciones, produciéndose hasta una veintena de coincidencias entre operaciones realizadas por diferentes cuerpos.

Finalmente, esta operación iniciada en el sur de la provincia de Ávila el 31 de enero de 2012 a raíz de varias denuncias en domicilios, se ha cerrado con 44 personas detenidas, de las que 32 son de nacionalidad española, seis marroquí, cinco rumana y uno argelina, residentes en municipios de Ávila, Madrid y Murcia.

En el curso de las investigaciones fueron realizados 35 registros y se intervinieron 385 kilos de hachís, cuyo valor en el mercado superaría los 2,3 millones de euros.

Además, ha sido recuperado un camión sustraído que portaba 231 bicicletas de fibra de carbono de última generación, marca Specialized, siendo recuperadas en torno a 150 de ellas, cuyo valor ronda los 462.000 euros.

Igualmente fueron recuperados televisiones, joyas y diferentes herramientas, además de 155.000 euros en metálico, y se intervinieron tres armas cortas de fuego, inhibidores de frecuencia, lanzas térmicas, chalecos antibalas y balizas de seguimientos, entre otros efectos.

La operación, que arrancó como una "operación doméstica" en el sur de la provincia de Ávila, según Horga, se fue ampliando tras descubrirse en el curso de las investigaciones la conexión de la "Banda Ionel" con otros grupos a partir de las pesquisas realizadas entre los "receptadores" de la mercancía.

Así, además de esta banda especializada en robos con fuerza en domicilios de El tiemblo (Ávila), Segovia, Madrid y Toledo, se dio con la "Banda Godoy", centrada en los robos con fuerza, que operaba en Madrid y estaba integrada por rumanos, magrebíes y españoles.

La tercera organización es la denominada "El Niño Juan", conocido alunicero de Madrid, cuyas acciones resultaban especialmente violentas, protagonizando robos con fuerza e intimidación, además de estar supuestamente involucrado en tráfico de drogas, secuestros y extorsiones.

Según el director de la operación, se trata de una banda que empleaba "grandes medidas de seguridad", lo que dificultaba su seguimiento, y que no tenía problemas en actuar de forma violenta, ya que "no tenían reparos en atropellar", y además se distinguían por su afición al culturismo, lo que les daba mucha agilidad.

Esta banda tuvo un conflicto grave con la cuarta organización, denominada "Los Zamora", que operaba en Murcia y estaba compuesta por ciudadanos españoles y marroquíes, dedicados supuestamente al tráfico de sustancias estupefacientes, secuestros, extorsiones y tenencia ilícita de armas.

El nombre de la operación "Decébalo", cuya instrucción corresponde en gran parte al Juzgado número 3 de Ávila, se debe al parecido que el primero de los detenidos, de nacionalidad rumana, tiene con el rey de los dacios -actual Rumanía-, cuyo reinado transcurrió entre el 87 y el 106 después de Cristo.