La cúpula del PP respalda a su presidente, Mariano Rajoy, tras asegurar que le gusta el plan de recortes que el primer ministro británico, David Cameron, ha implantado en su país, pues encaja con la filosofía económica del partido, pero matiza que "en absoluto" tiene intención de copiarlo si gana las elecciones.

Diversas fuentes de la dirección y de la plana mayor del Partido Popular, en conversaciones con Efe, han explicado que en los planes de la formación no se medita privatizar la titularidad de la Sanidad o de la Educación, aunque reconocen, en el largo plazo, que en la gestión de tales servicios sí habría margen para impulsar privatizaciones. De momento, puntualizan las mismas fuentes, es una opción "en estudio" en el PP.

Dos altos dirigentes, que prefieren el anonimato, han puesto como ejemplo el uso que de la Sanidad y de la Educación hacen las comunidades autónomas de gobiernos del partido, las administraciones que asumen estas competencias en España. "No hay nadie ni en Madrid, ni en Valencia, ni en Castilla y León que haya pagado por la prestación sanitaria", puntualiza una de las fuentes.

El modelo económico de Cameron en Reino Unido persigue ahorrar a lo largo de la legislatura unos 95.000 millones de euros, y para ello, el Gabinete del primer ministro, integrado por conservadores y los liberales de Nick Clegg, aplicaría el ajuste en los puestos de trabajo de los empleados públicos, en los presupuestos de los ministerios y en determinadas ayudas sociales.

Preguntado por este plan en la entrevista del diario "El País" del pasado domingo, Rajoy dijo que "inspira confianza" y que él, si vence en las elecciones generales, pondría en marcha "algo similar". El presidente del PP no concretó mucho más, pero el Gobierno y el PSOE le criticaron.

Las altas esferas del PP están completamente de acuerdo con Rajoy, señalan las fuentes, pues "es verdad" que el plan de Cameron, una figura seguida de cerca por la dirección nacional y por el propio líder, "gusta" en Génova, pero eso no significa que lo quieran copiar en su integridad.

"Si ganamos, tendremos que hacer cosas muy parecidas, especialmente reducir el gasto corriente, algo que por cierto se hizo ya en 1996, cuando el Gobierno de José María Aznar se propuso ahorrar 300.000 millones de las antiguas pesetas", analiza una de las fuentes consultadas, que puntualiza después que ese esfuerzo de contención en principio no quieren dirigirlo a las partidas sociales.

De hecho, según recuerda un dirigente del equipo económico, los pilares programáticos del PP, ante la urgencia de reducir el déficit, consisten en adelgazar la administración, especialmente las empresas públicas -que fusionarían o erradicarían, en algunos casos-; en flexibilizar la función pública y en "liberalizar" ciertos sectores, sobre todo en transportes.