El nuevo ministro de Educación, Ángel Gabilondo, se mostró entonces inquieto como presidente de la Conferencia de Rectores por una eventual "brecha" entre la educación superior y los niveles no universitarios, especialmente la secundaria.

No obstante, Gabilondo se mostraba satisfecho "en parte" por el hecho de que la Universidad no quedase al margen de la ciencia, la investigación y la transferencia de conocimiento a la sociedad, ya que se integraba en Ciencia e Innovación.

Este ministerio se mantiene con la misma denominación, en el que sigue al frente Cristina Garmendia, pero ya sin la Secretaría de Estado de Universidades (inmersa en la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior), que vuelve a Educación, donde había "residido" tradicionalmente.

Educación se dedicará ahora exclusivamente a este ámbito, desde la enseñanza infantil a la superior.

Política Social, que tan sólo ha durado doce meses en este ministerio, se marcha a Sanidad, y el Consejo Superior de Deportes dependerá directamente del jefe del Ejecutivo.

El anterior Ministerio de Educación, Política Social y Deporte estaba dirigido por Mercedes Cabrera, que sale del Gobierno.