ETA dirigió ayer su primer atentado tras la caída del comando Vizcaya contra las empresas adjudicatarias de varios tramos del Tren de Alta Velocidad (TAV) Acciona y Fonorte, con una bomba que causó daños en las instalaciones que tienen en las obras de la autopista A-8 en Orio (Guipúzcoa). El pasado 4 de junio el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, había confirmado que las obras del TAV en el País Vasco eran objetivo de ETA, sólo tres días después de la explosión de una bomba en la compañía Amenábar en Zarautz (Guipúzcoa), también adjudicataria de la "Y" ferroviaria vasca y que ya había sufrido otro ataque contra dos de sus excavadoras en Hernani el 12 de mayo.

El artefacto que estalló ayer en Orio estaba compuesto por cinco kilos de explosivo y causó desperfectos en seis casetas de obra y en cuatro vehículos (dos todoterreno y dos furgonetas) que fueron alcanzados por la onda expansiva, según el departamento vasco de Interior. La deflagración se produjo de madrugada, pero sus efectos no fueron comunicados a la Ertzaintza hasta las 07:00 horas, cuando se desplazaron al lugar varias dotaciones de la Policía Autonómica para investigar lo sucedido.

La Diputación Foral de Guipúzcoa había adjudicado en abril del año pasado a la UTE Acciona-Fonorte los trabajos de ampliación a tres carriles de la A-8 entre Aritzeta y Orio, así como la construcción del semienlace de esta localidad con la vía principal por un importe de 37,6 millones de euros.

Un vecino que reside en un caserío cercano explicó que la explosión ocurrió sobre las 2:00 horas, momento en el que su familia se despertó sobresaltada por un fuerte ruido que en un primer momento atribuyó a un posible reventón de una rueda de los numerosos camiones que circulan por la autopista.

Por otra parte, los Servicios de Información franceses y españoles tratan de determinar el papel exacto de Asier Eceiza y Olga Comes, detenidos el pasado viernes en Arceau, a partir de los elementos incautados en el coche con el que se accidentaron. Los agentes galos se incautaron de material informático, una fuerte suma de dinero en metálico, placas de matrículas falsas, material para robar coches y un revólver de los sustraidos por ETA en Vauvert en octubre de 2006, junto a munición del calibre 38.

Eceiza está considerado uno de los ayudantes de "Txeroki" en el aparato militar de la banda y, según lo encontrado, podría estar relacionado con la logística que abastece a los comandos. Tanto Eceiza como Comes portaban varios juegos falsos de documentación española.

Por su parte, Olga Comes Arambillet, "Txikitxe", de 40 años, ya aparecía en la documentación incautada en un chalet de Tarbe en diciembre de 2002 al que fuera jefe del aparato militar de ETA Ibon Fernández Iradi, "Susper", como susceptible de ser captada para la banda.