Efe / Madrid / Barcelona

El presidente de la Generalitat, José Montilla, y la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, sellan hoy en Barcelona un acuerdo entre los gobiernos central y catalán para la prolongación del mini-trasvase del Ebro hacia Barcelona y sus "aportaciones puntuales de agua". Así lo confirmaron fuentes del gobierno catalán, que apuntaron que ya no queda ningún escollo en la negociación, por lo que la reunión de hoy en el Palau de la Generalitat, que se celebrará a las cinco de la tarde, servirá para ofrecer una imagen de unidad de ambos ejecutivos en aras de asegurar el abastecimiento de agua para Cataluña y, especialmente, la provincia de Barcelona.

El acuerdo pactado aye en Madrid gira en torno a la prolongación del mini-trasvase del Ebro hacia Barcelona y se pretende dejar claro que será una "aportación puntual de agua" en función de la sequía que afecte a Cataluña, por lo que se rechaza hablar de trasvase al no ser una aportación permanente de agua.

Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que los gobiernos catalán y central siguen trabajando para garantizar el abastecimiento de agua a Barcelona y su área metropolitana, pero insistió en que lo harán "sin utilizar ningún tipo de trasvase". Fernández de la Vega subrayó que la de ayer en Madrid fue "una reunión más", pero insistió en que las alternativas que se están planteando son "las vías en las que este Gobierno ha trabajado siempre".

Descartó el trasvase desde el Segre y dijo que las soluciones que se están plantando son "más sostenibles, más viables, y se pueden realizar en un tiempo razonable".

Además de estas reuniones, el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el presidente de CiU y jefe de la oposición en Cataluña, Artur Mas, volverán a reunirse hoy para buscar un acuerdo sobre las medidas a tomar para hacer frente a la escasez de agua.

Asimismo, el president de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, anunció ayer que utilizará "cualquier tipo de iniciativa", incluidas las manifestaciones "a la escala que correspondan", para oponerse a la "humillación" que supondría para la Comunitat que el Gobierno trasvasara agua del Ebro a Barcelona. Camps se refirió así a la posible autorización, por parte del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, de un trasvase de agua del Ebro a la capital catalana en caso de persistir la sequía.