El líder de Podemos, Pablo Iglesias, puso ayer el derecho de autodeterminación como condición sine qua non para empezar a negociar con el PSOE, sobre el que el partido morado cargó toda la responsabilidad de impedir que vuelva a gobernar el PP. "Ni por activa ni por pasiva, Podemos va permitir un Gobierno del PP, ni con votos a favor ni con la abstención", enfatizó Iglesias, en rueda de prensa para valorar los resultados del 20-D, después de exponer su temor a una posible "gran coalición" de PP y PSOE y por el hecho de que los socialistas no tengan en cuenta a Podemos en la "nueva transición" que han abierto los resultados de las elecciones.

Iglesias apeló también a la búsqueda de un compromiso histórico para el país y avisó al PSOE de que estamos en un momento de "reflexión constituyente" y no de nervios ni prisas ni de "trileros" que sólo piensan en plantear unas primarias internas para aclarar el liderazgo en su partido.

Dicho esto, dibujó un escenario -el que a su juicio dejan los resultados del domingo- en el que ve como ejes irrenunciables a la hora de negociar el blindaje constitucional de los derechos sociales, la prohibición de las puertas giratorias, la reforma del sistema electoral y una moción ciudadana para decidir revocar al Gobierno si no cumple su programa, la independencia judicial y el derecho a decidir, incluido el referéndum en Cataluña, que juzgó "imprescindible".

No son propuestas de máximos, afirmó. No habla de líneas rojas sino de "pegamento" para un proyecto de país, que responde a consensos que ya existen en la sociedad y que al tiempo representan -en su opinión- la "única vía para mantener la unidad" de España. Iglesias reivindicó a Podemos como la única fuerza estatal que puede garantizar esa unidad, y dio por hecho que su partido tendrá cuatro grupos parlamentarios en el Congreso, junto al suyo, el de catalanes, vascos y gallegos, porque "son la garantía de que se respete la plurinacionalidad de España".

Frente a esa posición, contrastó la actitud de las fuerzas del "inmovilismo" y la "bunkerización", a quienes recomendó sacar conclusiones de los resultados electorales. Así, recordó que el PP ha quedado sexto en Cataluña y el País Vasco, y el PSOE cuarto en Madrid y tercero en Cataluña, Euskadi, Galicia, Baleares, Canarias y Navarra. Unos resultados "humillantes", aseguró, para estas dos formaciones políticas y que confirman, en su opinión, que solo una fuerza como Podemos puede liderar el futuro proyecto de país.

"Parece que los señores que mandan en el PSOE no entienden que estamos en un país diverso y plurinacional y quien no entienda eso es que está buscando el gobierno de la gran coalición y entregando el Gobierno a Mariano Rajoy", repitió tras emplazar también al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a que se retracte de "su decisión de entregar el Gobierno al PP", lo que supondría aliarse con "lo viejo".