En el resto de España, La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) expresó su "total

desacuerdo y gran preocupación" por la intención del Gobierno de subir el Impuesto de Matriculación para los coches diesel, los automóviles de mayor cilindrada y los vehículos todoterreno.

Según la organización, "se utiliza nuevamente una excusa medioambiental para elevar la fiscalidad a la compra de un automóvil nuevo, lo que no está justificado por motivos medioambientales, ya que los vehículos nuevos son más eficientes en emisiones y consumos".

Por su parte, la La Federación de Consumidores en Acción (FACUA) considera "razonables" los cambios fiscales que prepara el Gobierno en materia de vehículos, pero demandó ayer, además, que el paquete de medidas para reducir la contaminación también afecte a las industrias. "Es necesario aumentar los controles sobre sus emisiones de gases y castigar las irregularidades con sanciones contundentes", afirmó la federación en un comunicado.

FACUA valoró positivamente que se puedan equiparar los impuestos de los vehículos diesel a los de gasolina, "dado que sus niveles de contaminación se asemejan". También se mostró a favor de la creación de un nuevo gravamen para los vehículos potentes de más de 2.600 centímetros cúbicos, así como para los todoterrenos, motos acuáticas y "quads".