Además de aprender la vida del país, los cursos en Fevega ayudan a los inmigrantes venezolanos a conocerse e interactuar. "Tenemos el caso de alguien que lleva 8 días aquí. Desconoce totalmente la ciudad. O algunos que llevan meses y no saben nada del área metropolitana", cuenta Manuel Méndez, que valor el gran plus del colectivo por "su disposición a formarse, a mejorar". "Valoran -dice- la formación". "Son personas con la misma capacidad que nosotros para aportar a esta sociedad", defiende.