El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) ha dictaminado este martes que el acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos es "válido", pero entiende que no es aplicable sobre las aguas que corresponden al Sáhara Occidental. De esta forma, quedan en el limbo tanto la actividad de la flota gallega, asignada a esa zona, como el grueso de las capturas que realiza la flota europea en base al pacto.

Así, el TJUE declara que las aguas adyacentes al territorio del Sáhara Occidental no están comprendidas en la zona de pesca marroquí porque el territorio del Sáhara Occidental no forma parte del territorio del Reino de Marruecos.

La sentencia del tribunal con sede en Luxemburgo se ha pronunciado por tanto en sentido contrario con respecto a las conclusiones previas del abogado general, que concluyó en enero que el protocolo no era válido. Sin embargo, todo apunta a que quedará en agua de borrajas, ya que desde el sector aseguran que el Gobierno marroquí no aceptará un pacto que no incluya al Sáhara Occidental.

El caso fue elevado a la Justicia Europea por el Tribunal Supremo de Reino Unido ante la denuncia presentada por la Organización Western Sahara Campaing (WSC). En la sentencia emitida hoy, el TJUE se declara en primer lugar competente para analizar si los acuerdos internacionales suscritos por la UE son compatibles con los tratados y con las normas de derecho internacional que vinculen a la comunidad europea.

En segundo lugar, el tribunal estima que incluir el territorio del Sáhara Occidental en el ámbito de aplicación del acuerdo quebrantaría determinadas normas del Derecho internacional, en especial el principio de libre determinación.

Posteriormente, el dictamen subraya que el acuerdo únicamente es aplicable a las aguas bajo soberanía o jurisdicción de Marruecos, que están limitadas a las adyacentes a su territorio y comprendidas en su mar territorial o su zona económica exclusiva.

Por tanto, la Justicia europea declara que, dado que el territorio del Sáhara Occidental no forma parte del Reino de Marruecos, sus aguas adyacentes "no están comprendidas en la zona de pesca marroquí".

El protocolo de pesca entre la UE y Rabat entró en vigor en febrero de 2007 por un periodo de cuatro años y ha sido renovado en dos ocasiones, la última en 2013. Los gobiernos de la UE dieron la semana pasada luz verde a iniciar las negociaciones con Marruecos para renovar el acuerdo actual, que expira el 14 de julio de este año, y el sector gallego hizo sus reclamaciones para obtener alguna mejora.

El acuerdo permite el acceso a aguas marroquíes a unas 120 embarcaciones comunitarias de once países de la UE y España es el Estado miembro más beneficiado. A cambio, el bloque comunitario paga a Rabat 30 millones de euros al año, esto es, 16 millones por el acceso a las aguas y 14 millones para apoyar el sector pesquero marroquí, más otros 10 millones que ponen los armadores.