Las dos principales patas del negocio de Ence, la celulosa y la energía, funcionaron muy bien el pasado año y eso se nota en la cuenta de resultados. La compañía logró disparar un 138,6% el beneficio, hasta los 91,8 millones de euros. Una inmejorable palanca para dar el pistoletazo de salida al refuerzo previsto para este nuevo ejercicio, con la ampliación en marzo de la capacidad de la factoría de Pontevedra en 30.000 toneladas más -actualmente alcanza las 465.000- y otras 40.000 el próximo 2019, cuando también está previsto incrementar la de Navia en 80.000. Además, Ence "continúa analizando alternativas de inversión en España y en Europa" para la adquisición de centrales de biomasa, un área a la que incorporará el año que viene la planta en construcción en Huelva, de 40 megavatios (MW) de potencia por la que se decantó en lugar del proyecto manejado en Galicia.

Las ventas de celulosa aumentaron un 2017 un 5,6%, con más de 975.300 toneladas. Gracias a la subida de precios, los ingresos de esta parte del negocio para Ence se incrementaron un 20,1%: 515,2 millones de euros. El papel tisú sigue predominando en los usos de la fibra comercializada por el grupo presidido por Juan Luis Arregui. Representa el 63% de los ingresos, seguido por el segmento de especialidades, con un 27%. "Se trata de dos de los segmentos con mayores tasas de crecimiento en los últimos años -explica la empresa en el balance de resultados publicado ayer- y que continúan ganando peso en nuestra venta de celulosa frente a otros con menor crecimiento como el de impresión y escritura".

La producción de celulosa Pontevedra medró un 2,9% (434.654 toneladas), mientras que la de Navia (Asturias) lo hizo un 2,8% (523.297). En el caso de la fábrica gallega, durante la parada técnica de marzo se realizaron los trabajos preparatorios para el incremento de capacidad y "se reforzó la excelencia ambiental de las instalaciones y se siguió avanzando en el programa de Cero Olores, mediante diversas mejoras en los digestores y calderas de la planta".

Los trabajos, junto al inicio del proyecto de integración paisajística y las inversiones de mantenimiento en el resto de complejos alcanzaron los 18,9 millones, de los que 5,8 millones "para reforzar la excelencia ambiental de las fábricas".

Las ventas de electricidad de la central de cogeneración que funciona en Pontevedra ascendieron a 217.441 MW/h, lo que supone una subida del 11,7%. El ciclo de congeración y la planta de biomasa de Navia (Asturias) aportaron otros 527.884 MWh. Los ingresos por la producción energética de ambas rozaron los 77 millones de euros, un 15,4% más que en 2016.