La Seguridad Social cerró el año 2017 con un déficit de 16.800 millones de euros, según las previsiones que reveló ayer la ministra de Empleo, Fátima Báñez, en su comparecencia ante la Comisión del Pacto de Toledo. De cumplirse las estimaciones, el desajuste en las cuentas de la Seguridad Social sería 2.000 millones de euros inferior a los 18.800 millones registrados en 2016.

El déficit de la Seguridad Social en 2017 fue equivalente al 1,4% del Producto Interior Bruto (PIB), en línea con los objetivos comprometidos ante la Comisión Europea y ligeramente por debajo de la estimación del 1,47% del PIB.

El desfase entre lo que recauda y lo que gasta la Seguridad Social se produce a pesar de que los ingresos por cotizaciones sociales habrían cerrado el año con un récord histórico. Estos se elevaron hasta los 109.100 millones de euros tras repuntar un 5,36% en el último año. Durante su intervención, Báñez destacó que, por primera vez desde el año 2008, los ingresos crecen más que los gastos, ya que estos lo hicieron un 3%.