Nunca antes en Galicia se habían firmado tantos contratos. Superó el millón el pasado 2017. Entre los nuevos y las conversiones en indefinidos de empleados que eran eventuales, la comunidad alcanzó 1,020 millones, lo que supone un incremento del 8% en comparación con los firmados el ejercicio anterior, alrededor de 944.000. ¿Cuál fue la evolución del paro en ese mismo periodo? El número de desempleados descendió en 18.130. La comparación permite hacerse una idea de la gran relevancia que está teniendo la temporalidad en la recuperación del mercado laboral regional. Los contratos de días, con una duración inferior a una semana, tiran de la ocupación. Aumentaron un 10%. Los fijos también se incrementan, incluso un poco más, el 13,4%, aunque ni siquiera representan uno de cada diez.
En su último informe de coyuntura el Foro Económico de Galicia ya advertía de la doble cara en la mejora del mercado de trabajo en la región. "Un comportamiento razonablemente positivo en términos cuantitativos", señala, pero con la persistencia de los "aspectos negativos" que se vienen notando desde el cambio de ciclo de la economía. "Preocupantes", subraya la entidad. ¿Cuáles? La pérdida de población en edad de trabajar -"Especialmente grave en el caso de los de 25 a 34 años", incide el análisis-, la "ralentización" en la creación de empleo y el incremento de la tasa de temporalidad: casi siete puntos por encima de 2014. Es, como señalan los expertos, un enemigo para la calidad del empleo.
El número de contratos en Galicia no ha parado de crecer en los últimos años. Con respecto a 2012, cuando se formalizaron 686.900, el alza es del 48%, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) recopilados por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Detrás está el empuje de los puestos que duran horas o días. Desde 2016 es la modalidad de contratación más usada en la autonomía y en 2017 aquellos que se prolongan una semana como mucho (343.500) aumentaron otra vez un 10%, hasta representar cerca del 34% del total. Los que van de una semana a un mes suponen el 10,7% (109.000) tras un ascenso que ronda igualmente el 10%. Entre los tipos suman el 44%. O, lo que es lo mismo, más de cuatro de cada diez contratos firmados en Galicia el pasado ejercicio no superaban el mes de alta.
El 16,7% (170.500) duraron entre un mes y seis meses, un 5,5% más que en 2016. Pese a que se mueven en incrementos por encima del 20%, los de 6 meses a un año y los de más de un año tienen una cuota de solo el 2,7% (23.100) y el 0,4% (3.800), respectivamente, sobre el conjunto de los contratos en la comunidad. Los de duración indeterminada, el 31%, aumentaron un 5,8%.
Hubo alrededor de 47.000 nuevos contratos indefinidos, con una subida del 9,8% en comparación con los fijos iniciales de 2016. Lo que sí medra con más fuerza es la conversión de temporales en indefinidos: 33.400, un 17% más. Aún así, la contratación de fijos se queda en el 8% del total de puestos.
La temporalidad se asienta en la contratación por circunstancias de la producción, que reúne la mitad de todos los contratos. Por obra y servicio se firmaron el 33,2%. Los contratos de interinidad alcanzaron el 9,1%; los de prácticas el 0,6%; y los de formación únicamente el 0,3%.
La hostelería sigue dominando el mercado laboral gallego. Concentra el 22,7% de los contratos el pasado año. Más de 232.000. La inmensa mayoría, unos 187.000, para establecimientos y servicios de comidas y bebidas.
A continuación está la industria manufacturera, con el 14,4% (146.600). En ella gana peso la actividad alimentaria, que por sí sola supone el 5,4% (55.300 contratos); seguida de la automoción, con el 2,1% (21.300). Comercio y talleres de reparación de vehículos aglutinaron el 11,3% (115.000). Otro 8,9% está en el transporte y almacenamiento; el 8,6% en actividades administrativas y servicios auxiliares; un 6,8% en actividades artísticas, recreativas y entretenimiento; y un 4,4% en la construcción.
El paro baja "a costa de un empleo de peor calidad"
- La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que el desempleo se está reduciendo "a costa de un empleo de peor calidad", porque se han mantenido las altas tasas de temporalidad que existían antes de la crisis. Así lo aseguró el director de la oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto, durante la presentación de los datos del Informe "Perspectivas sociales y del empleo en el mundo, tendencias 2018", que prevé una reducción del paro hasta el 15,4% en 2018. Para Nieto, el hecho de que se esté reduciendo el paro por el impulso de un empleo de menor calidad es lo que hace que en España la recuperación económica todavía no se haya traducido en recuperación social. "No basta con tener un empleo para salir de la pobreza, el trabajo tiene que ser a tiempo completo y de mejor calidad en general", afirmó. El empleo a tiempo parcial, según el director en España de la OIT, es lo que está reduciendo la calidad del mismo, sobre todo si se pone el punto de mira en el empleo a tiempo parcial no voluntario, que ha crecido en toda Europa y que es bastante "significativo" en España. En concreto, en la actualidad hay 2,8 millones de trabajadores que trabajan a tiempo parcial en España. De estos, 1,2 millones de mujeres y 500.000 hombres lo hacen de forma no voluntaria.
