El naval gallego no va a encontrar a los 1.200 trabajadores que necesita a corto plazo -según Asime- si las empresas no ofrecen buenas condiciones laborales y si no tienen garantías de quedarse a medio plazo. Es el diagnóstico de los sindicatos CC OO, UGT y CIG, que se reunieron ayer con la patronal metalúrgica para abordar un problema, el de la falta de personal formado, que puede amenazar el cumplimiento de los plazos de entrega de buques. Las organizaciones empresariales aseguran que la mayor parte del personal cualificado del sector buscó cobijo fuera de Galicia tras la doble recesión y la crisis del tax lease, y los sindicatos replican que no podrán convencerlos para regresar si no se cumple el convenio y no se les garantiza una estabilidad. Por eso piden un plan industrial en el que se implique la administración para blindar el futuro de la industria: con formación específica y barcos en todos los astilleros.

"Tenemos que atraer a la gente que se fue, pero debe haber un plan industrial sólido, no meros anuncios, y saber qué carga de trabajo vamos a tener a medio y largo plazo", destacó Rubén Pérez (UGT). El temor en los sindicatos es que se generalice la contratación de trabajadores extranjeros para cumplir con los plazos de entrega de los buques ante la imposibilidad de ficharlos en Galicia. "No estamos de acuerdo con que ya no hay profesionales, 10.000 trabajadores no desaparecen de la noche a la mañana", ilustró César Rodríguez (CIG). Para Enrique Mallón, secretario general de Asime, "solo en último término, si realmente no vamos a poder cumplir con algún encargo", las empresas echarían mano "de trabajadores de fuera". "Primero trataremos de formar y cualificar, y después hablaremos de si cubrimos o no [la demanda] con lo que tenemos aquí", expuso Celso Carnero (CC OO). Los sindicatos sí comparten la necesidad de un plan de choque formativo tanto para habilitar a nuevos trabajadores como para reciclar a los actuales, aunque en el encuentro de ayer no se despejó cuál será el mecanismo de financiación después de que Asime estimase el coste en torno a un millón de euros. "Estamos a tiempo de encontrarlos y de formarlos", incidió Mallón. La patronal metalúrgica y las tres organizaciones sindicales coincidieron también ayer en la necesidad de convocar "de urgencia" la Mesa de apoyo al empleo naval, en la que participa la Xunta e Inspección de Trabajo, que se creó a finales de 2009 y no se ha reunido en los últimos tres años.

El convenio

El portavoz de Asime negó por otra parte que exista un incumplimiento generalizado del convenio del metal de Pontevedra, como denunció Comisiones y avanzó FARO, y animó a "denunciar" en Inspección o en el juzgado a las empresas que lo estén haciendo. "Es un convenio que siempre nos exige mucho sacrificio, no consideramos admisible que no se cumplan esas condiciones mínimas", apuntó, e invitó a los sindicatos y las empresas a "hablar entre todos de una nueva manera de producir en el naval, quizás con turnos, pero nunca con incumplimientos". El cumplimiento del convenio del metal es, para los tres sindicatos, una garantía indispensable para que poder repatriar a los trabajadores cualificados que se exiliaron durante la crisis.