Con dos acuerdos entre sindicatos y empresa rechazados y la amenaza de una nueva convocatoria de huelga por parte de un sector de trabajadores, el conflicto sobre los nuevos turnos de trabajo en Autoeuropa se enquista. La disputa se ha convertido en razón de Estado para el ministerio de Trabajo luso, que decidió asumir el papel de mediador ante el temor de que el conflicto provoque la marcha de su encargo estrella: el T-Roc, el nuevo SUV de Volkswagen, que permitirá duplicar la producción de la factoría de Setúbal.

La amenaza de la deslocalización llega en esta ocasión de la mano del gestor ejecutivo de la importadora del grupo Volkswagen en Portugal, Pedro de Almeida. "La marca tiene soluciones para producir los vehículos en cualquier otro lado", reveló de Almeida al ser preguntado sobre su visión de los acontecimientos, según recoge el diario luso Dinheiro Vivo.

El riesgo de fuga de este multimillonario encargo no es nueva y ya fue deslizada por la dirección de la compañía a finales del pasado mes de agosto, cuando la planta portuguesa se encaminaba a la primera jornada de huelga de toda su historia.

La compañía pretende implantar de manera progresiva la jornada continua de lunes a domingo con la creación de turnos adicionales que podrían elevar la plantilla de la factoría hasta los más de 5.500 trabajadores para hacer frente a la producción de 240.000 modelos T-Roc al año.

"Sería una derrota para los portugueses si no se resolviese el impasse en Autoeuropa, comentó de Almeida, que añadió "nunca se producieron tantos coches en Portugal y que se trata de un vehículo con un peso importante para las exportaciones y para la economía".