Trabajadores de Maderas Iglesias se reunieron ayer con todos los grupos parlamentarios y con la Xunta para pedirles medidas para defender la continuidad de la empresa de O Porriño, dedicada a la fabricación de tarima flotante y en la que trabajan unas 250 personas, en su mayoría mujeres. Desde el Gobierno gallego, la secretaria general de Empleo, Covadonga Toca, y el director del Igape, Juan Cividanes, pusieron a disposición del conflicto la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais. Además, tal y como apuntó la CIG, desde el Igape se comprometieron a "fiscalizar la actuación de la empresa para que esta cumpla con la ley".

Tras una concentración frente al Parlamento Gallego, el presidente del comité de empresa, Víctor Morales, explicó que la situación actual de la entidad, que "llegó a ser una multinacional", se debe a la "mala gestión" de sus responsables que "incluso no supieron aprovechar un repunte que hubo en 2015, cuando se contrataron a unas 200 personas más".

Acompañados por un grupo de alcaldes de las comarcas de A Louriña y de O Condado, pidieron a los cuatro grupos de la Cámara gallega que pongan en marcha medidas para "salvar a la empresa" y que se pueda dar continuidad al empleo. En la reunión la plantilla estuvo respaldada por los grupos parlamentarios. "Intentamos salvar a la empresa, queremos seguir trabajando, la mayoría somos mujeres y de una edad muy crítica, 55 o 56 años", manifestó una de las trabajadoras, Enriqueta García, que pide un "compromiso político" para evitar el cierre de la empresa.

Desde la Xunta se apeló ayer a la vía del diálogo como la mejor fórmula para que la situación generada tenga el menor impacto posible con el propósito de buscar la mejor salida para los trabajadores de la empresa.

Por su parte, el portavoz de En Marea, Luís Villares, instó al Igape a resolver la situación laboral de la firma a través de ayudas, una "reestructuración de la deuda de la empresa" y la "posibilidad de sustituir su gerencia con medidas inmediatas".

El pasado día 12 de diciembre comenzaron las negociaciones entre la representación de las trabajadores y la dirección de la empresa. Según Vicente Morales, Maderas Iglesias puso sobre la mesa "la liquidación de 140 puestos de trabajo de los 249 con los que cuenta en la actualidad la empresa, o la liquidación de todos, si esta propuesta no se acepta".