La estabilidad política fue señalada ayer por Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, como un aliciente para que las empresas se instalen en Galicia. Frente al "apoyo" que brinda su gobierno, censuró las recetas económicas del "independentismo y los populismos, que prescinden de toda reflexión económica". En el caso catalán, acusó al primero de sumir a su sociedad en "una profunda incerteza y pobreza", en alusión a la fuga empresarial tras la apuesta de la Generalitat por avanzar hacia la República catalana. Calificó estos cambios de domicilio fiscal y social como una "contundente respuesta del empresariado".

Feijóo trazó estas ideas durante la celebración del primer aniversario del Círculo Financiero de Galicia (CFG), la alianza creada por el Club Financiero de Galicia, el Club Financiero Atlántico y el Club Financiero de Santiago. Cuentan con más de un centenar de socios en la nueva entidad y entre los tres superan el millar.

La superación del "proteccionismo" fue señalada por el presidente del Ejecutivo como clave para el inicio del despegue económico de la comunidad tras la dictadura, en el que defendió el papel político como acompañamiento. "Estar en Galicia puede ser una ventaja grande", insistió al aludir a la estabilidad que le permite una mayoría absoluta que garantiza la aprobación de sus presupuestos y de normas como la Lei de Fomento de Iniciativas Empresariais, que incentivará las rebajas fiscales municipales primando a los concellos en el reparto de 42 millones de euros en ayudas el año próximo o permitirá prórrogas de hasta cuatro años en el pago de suelo industrial autonómico.

"La mejor manera de hacer que la sociedad evolucione no es negar la realidad como en Cataluña", censuró sobre el gobierno de la Generalitat un día después de que el exvipresidente y siete exconsellers catalanes ingresasen en prisión preventiva por mandato judicial.

Finalmente, celebró el aniversario del CFG y lo vinculó a la superación de un "anómalo localismo político" al fusionar asociaciones de Vigo, A Coruña y Santiago, apelando a la mayor internacionalización posible de la economía gallega.

Al acto, celebrado en la Cidade da Cultura de Santiago, también acudió la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que contrapuso la "vulneración de la legalidad" por parte de la Generalitat al impulsar una declaración de independencia a la "estabilidad" que deben aportar las instituciones "para que funcionen con plena normalidad". Algo que en su día a día como presidenta del hemiciclo, "no lo está poniendo fácil alguna de sus señorías".

La dirigente del PP recordó que las instituciones estatales no pueden permitir "actuaciones contra la Constitución" y defendió las actuaciones para "el regreso de la legalidad", al tiempo que alertó del impacto económico de la crisis política catalana. Será "de entre tres décimas y 2,5 puntos del PIB (Producto Interior Bruto), alertó. La Xunta, por ejemplo, rebajó su previsión de crecimiento dos décimas para este año hasta situarla en el 2,5%, lo que supone una merma en la riqueza gallega de 120 millones de euros. También recordó que "no es baladí" el voto ciudadano cuando se celebran comicios.

También intervino el presidente el Círculo Financiero de Galicia, Serafín Ocaña, que pidió aprovechar las "oportunidades" que ofrece la modernización tecnológica mediante la industria 4.0, que podría crear, dijo, dos millones de empleos en España.

Al acto acudieron, entre otros, el conselleiro de Economía, Francisco Conde; el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, o la presidenta del Concello Económico e Social, Corina Porro.