La Comisión Europea llevó a cabo el pasado lunes una inspección sorpresa en las oficinas de BMW en Múnich (Alemania) por supuestas prácticas anticompetitivas, según confirmaron el Ejecutivo comunitario y la firma automovilística alemana. La inspección está relacionada con sospechas relativas al posible incumplimiento de las normas europeas que prohíben los carteles y prácticas empresariales "restrictivas" por parte de cinco empresas alemanas del sector.

Los equipos de Bruselas estuvieron acompañados por las autoridades de competencia alemanas. BMW ha garantizado en un comunicado que está asistiendo al Ejecutivo comunitario en su investigación.