A Estrada abrió ayer su XXXI Feira do Moble de Galicia, en palabras del vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, un "pequeño milagro" que consolida al certamen como uno de "los más importantes del sector y que sitúan a Galicia en un referente en diseño, fabricación y venta de muebles", en un panorama marcado por la desaparición de recintos feriales y ferias por el cambio en los hábitos de consumo. También "muchas empresas tuvieron que cerrar", admitió Rueda, pero en ese difícil contexto de crisis la industria del mueble de A Estrada -gracias a su saber hacer y apuesta por el diseño y la innovación- supo buscar nuevos mercados y convertirse en un "punto de referencia" en el sector internacional del "contract", como indicó también el edil responsable de la Fundación, Nemesio Rey.

Este y el alcalde José López Campos también subrayaron la dificultad que entraña mantener vivo un certamen que ayer estrenó una espectacular entrada de lona ilustrada con un bosque que remite al origen, la madera, y cinco pabellones de superficie expositiva. Rueda apostó por el sector para darle valor añadido a la madera de Galicia que es "la novena potencia forestal en Europa" y también donde se corta la mitad de la madera de España al año.