La implantación de empresas en el norte de Portugal es interpretado por algunos como un primer paso para una posterior fuga de industrias gallegas hacia tierras lusas. Pero lejos de suponer una amenaza, este proceso podría afianzar aún más el proyecto de estos conglomerados en la comunidad. Así lo considera Albino Prada, profesor de Economía Aplicada en la Universidade de Vigo, que extrajo una lectura positiva de esta situación durante la presentación del documento Unha estratexia industrial para Galicia, publicado por el Foro Económico de Galicia. "La ensambladora de Vigo [la factoría de PSA en Balaídos] está ganando tiempo, porque los proveedores se están localizando en el norte de Portugal y retrasa la posibilidad de que se marche a Marruecos o a Rumanía", resaltó el experto.

El sector de la automoción acaparó buena parte de los focos durante el acto por el fuerte valor añadido que genera sobre la economía gallega -el 3,2% del total, casi el doble que el 1,8% de la media nacional-. Además, el sector ha logrado capear la crisis mejor que otros, en un periodo, el de entre 2005 y 2015, en el que la industria gallega "perdió 50.000 trabajadores, según Prada, y cuyo empleo total se mantiene todavía un 14,5% por debajo de 2010 con niveles idénticos de producción.

El sector industrial todavía supone el 15,9% del empleo total en la comunidad, dos puntos por encima de la media nacional, instalada en el 13,9%, y ligeramente por debajo del 17,6% de regiones como Cataluña. Desde el Foro Económico de Galicia apuestan por profundizar en esta senda y elevar todavía más la contribución del sector secundario sobre la economía de nuestra comunidad con el objetivo de apuntalar las bases de la economía. "Podemos considerar a la industria como el corazón del sistema económico de un país", resaltan en el documento.

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Albino Prada justifica la importancia de esta actividad, ya que "una economía sólida, de futuro y que quiere crecer debe apostar por las actividades de producción material". En el documento se argumenta que, además de generar empleo por sí solo, la industria tiene "efecto arrastre sobre los servicios".

País Vasco como espejo

El Foro Económico de Galicia escoge a otra comunidad bañada por el Océano Atlántico, el País Vasco, como uno de los espejos en los que se debe reflejar la economía gallega. "El peso de las manufacturas sobre su Producto Interior Bruto es el más alto de España, del 20%, frente al 13,5% en Galicia", destacó Prada, que concluye que "no es casualidad" que sea precisamente la comunidad foral la que cuenta con mayor renta de todo el territorio español. Además, el hecho de escoger a País Vasco como referente tiene su lógica, explican, por el hecho de que cuenta con un tamaño similar al de nuestra comunidad, ya que su número de afiliados a la Seguridad Social -933.000- es solo un 4,6% menor a los 978.000 en Galicia.

En cuanto a sectores que pueden liderar el avance de nuestra comunidad, el documento cita a la industria alimentaria, junto a la química y la informática. Sobre la primera destaca su escaso aprovechamiento en la actualidad. "La elevada dependencia del mercado español de las actividades agrarias indica que se está rompiendo la cadena de valor y que esos recursos los están aprovechando para manufacturas otras comunidades", resalta Prada. El experto incide en que el elevado número de empresas en el sector alimentario reduce su competitividad y reclama una "cierta concentración".