Ultimátum de Renault-Nissan a los trabajadores y sindicatos de la planta de Ávila: o hay un acuerdo antes del próximo 14 de junio para convertir las instalaciones en un centro de recambios para el grupo o se pondrá fin a toda actividad fabril antes de fin de año. Lo aseguró ayer el presidente de Renault-Nissan España y director mundial de Fabricaciones y Logística del Grupo Renault, José Vicente de los Mozos, designado por el presidente de la alianza francojaponesa, Carlos Ghosn, como interlocutor para resolver el conflicto de la factoría abulense tras perder el camión NT500. Los trabajadores acusaron a la multinacional de "poner la pistola encima de la mesa" antes de iniciar las negociaciones este miércoles.

De los Mozos insistió en que la fábrica de Nissan en Ávila "estaba cerrada" y explicó que su objetivo en esta interlocución ha sido buscar una "solución industrial" que pasa por reconvertir la factoría abulense en una planta de recambios para la alianza y de cuya viabilidad se ha mostrado convencido, con posibilidad incluso de recuperar toda la capacidad de empleo a largo plazo (entre 2020 y 2024). "Si alguien tiene una solución mejor yo estoy a la escucha", retó el primer ejecutivo español de Renault, que acusó a algunos sectores de estar dinamitando el proceso de negociación con afirmaciones que no son reales, como la de un cierre encubierto que ha negado tajantemente. "Si fuese eso yo no hubiese estado implicado en este tema", afirmó.

Para llevar a cabo esa transformación en centro de recambios, el grupo francojaponés quiere que los trabajadores acepten las condiciones del último plan industrial de Renault-España, que permitió la adjudicación de nuevos modelos a las plantas de Valladolid, Palencia y Sevilla, a costa de ajustes en materia de costes y más flexibilidad.

De los Mozos advirtió de que esa estrategia en contra de buscar una solución a la pervivencia de la planta abulense "tiene un límite" para aclarar también que no se trata de una amenaza sino de una realidad ya que ha habido "tiempo de sobra" para llegar a un acuerdo, por lo que hizo un llamamiento al encuentro y al diálogo en la mesa de negociación abierta desde hace dos meses. "Ya está bien", exclamó el dirigente quien, tras admitir que los sindicatos de Ávila hayan llegado a pasar por un momento de desconfianza por el futuro incierto de la fábrica, recordó sus propios compañeros en Renault afirmaron que el nuevo plan de industrial puede ser positivo.

No obstante, para el presidente del comité de empresa de Nissan-Ávila, Rubén Zazo, la empresa ha puesto "la pistola encima de la mesa" antes de sentarse a negociar. A su juicio, Renault-Nissan "está intentado dividir" para "dinamitar la negociación". "A nosotros no nos gusta poner la pistola encima de la mesa, como ha hecho la dirección hoy (por ayer)", aseguró, para llamar posteriormente al "sentido común".

Santana Motor

De no llegar a un acuerdo, y si finalmente Renault-Nissan cumple su amenaza, España asistirá al primer cierre de una planta de automóviles desde la desaparición de Santana Motor (Linares) en 2011. La antigua Metalúrgica de Santa Ana se creó en 1955 para producir maquinaria agrícola y apenas cinco años después se lanzó a la fabricación de todoterrenos tras un contrato con Land Rover. El centro, símbolo de la lucha obrera, siguió creciendo y durante años mantuvo una alianza con Suzuki, hasta 1994. El complejo echó el cierre a principios de esta década dejando en la calle a unos 1.400 trabajadores.