Las patronales y sindicatos (CC OO, CIG y UGT) que están negociando el nuevo convenio colectivo del sector del metal de la provincia de Pontevedra continúan muy alejados en sus posturas. Las centrales rechazaron ayer con rotundidad la última propuesta empresarial, para un convenio con una vigencia de tres años y un incremento salarial del 0,75% para 2017, del 1% para 2018 y de otro 1% para 2019. Los sindicatos consideran un retroceso esta oferta, que mantiene el pago de la indemnización por eventualidad al fin del contrato y no prorrateado como ahora.

La séptima reunión de la mesa negociadora del convenio del metal evidenció que las posturas entre los empresarios y los representantes de los trabajadores se mantienen distantes. Las patronales expusieron ayer una propuesta completa de convenio, con una vigencia de tres años (2017-2019) y que incluye cambios en el artículo 12 (para que la indemnización por eventualidad se abone al final del contrato y no de forma mensual) y en el contrato de formación, aplica un límite a la actuación de las empresas multiservicios, da prioridad a las víctimas de violencia de género en los desplazamientos y establece una mejora salarial del 2,75% hasta 2019 (0,75% en 2017 y un punto cada año restante).

La propuesta es insuficiente para los tres sindicatos, sobre todo en lo que respecta a revisión salarial, ya que el 0,75% del primer año dista mucho de la previsión de cierre del IPC y aboca a los trabajadores a una pérdida del poder adquisitivo. Las centrales ya se habían opuesto también en la anterior negociación del convenio a la petición patronal de retrasar la indemnización por eventualidad al final del contrato. Empresarios y sindicatos volverán a reunirse el próximo 29 de mayo.