La firma nigranense Marine Instruments, el primer fabricante de boyas satelitales para la pesca de atún del mundo, ampliará por segunda vez su fábrica de Porto do Molle (Nigrán) para implantar una nueva línea de producción drones para la detección de bancos de túnidos, dentro del proyecto Tunadrone adelantado por FARO (ver edición de 21 de octubre de 2015). La compañía invertirá 200.000 euros y creará una decena de empleos en el área de I+D y en producción.
La flota atunera cuenta en la actualidad con dos maneras principales para localizar los bancos de atún: las boyas satelitales, que se enganchan a objetos a la deriva y alertan de la presencia de túnidos en su zona a través del envío de datos vía satélite; o mediante la búsqueda de aves marinas en alta mar o sergueras en la superficie del mar indicativas de que hay una mancha de peces, para lo que algunos barcos utilizan incluso helicópteros.
El Tunadrone es la primera incursión de Marine Instrument en este segmento. Los drones, con una autonomía media de unas seis horas, permiten un importante ahorro de costes para los armadores. Marine Instruments trabajó sobre un prototipo básico de UAV (siglas en inglés de vehículo aéreo no tripulado) de 2 kilogramos de peso o menos, ya que así podrá volar más allá de la línea del horizonte sin representar un riesgo importante para el tráfico aéreo, lo que agilizará los permisos pertinentes para su uso.
El proyecto está a punto de entrar en fase comercial (a finales de año), lo que ha llevado a la compañía a ampliar de nuevos sus instalaciones (una parte, para almacén), según explicó el director general de Marine Instruments, Gabriel Gómez, en declaraciones a Expansión. La inversión ronda los 200.000 euros y se crearán unos diez puestos de empleo (la plantilla está compuesta en la actualidad por 125 personas). La ampliación contará con una sala climatizada para trabajar con resinas y composites (fibra de carbono), así como con equipos de mecanizado 3D y testeo. Las expectativas de mercado de los tunadrones son "altas", según Gómez.
Básicamente, el dron lo que hará es transmitir imágenes en tiempo real, para lo que estará dotado de una cámara de vídeo (con un sensor de imagen adaptado a la detección de bancos de atún y de aves marinas), paneles solares y una batería. Uno de los principales retos a los que se enfrenta es la degradación de los materiales en un ambiente agresivo como el océano Índico (altas temperaturas, salinidad, erosión, etc.). Para empresa, el ahorro en combustible que puede generar un dron es enorme, ya que una hora de navegación para un atunero alcanza los 1.000 euros. El Tunadrone permitirá así mejorar la seguridad de los buques y sus tripulaciones, un mejor control de la zona de pesca y mayor trazabilidad.
