La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) ha aprobado la ampliación de capital redactada por Shanghai Kaichuang, propietaria desde el pasado verano de la conservera Hijos de Carlos Albo, y con la que prevé obtener algo más de 80 millones de euros (600 millones de yuanes, al cambio actual). Con esta cantidad compensará el desembolso que hizo por la compañía viguesa (61 millones) y para levantar en Zhoushan una macroplanta de atún. Será el centro productivo de referencia en China; el europeo seguirá siendo el de Vigo.

La intención de Shanghai Kaichuang, firma cotizada del holding Shanghai Fisheries General Corp, es pasar de una actividad extractiva de altura y gran altura a la industrial, con el know how y la marca de Albo como referencias, con una generación constante de sinergias y la "maximización de su ventaja competitiva". "Con la compra de Albo la compañía entró en los canales de comercialización en Europa, un gran consumidor de atún enlatado", expone la compañía asiática. Shanghai Kaichuang necesitaba una industria capaz de dar salida a su materia prima con valor añadido y con penetración en mercados de gran demanda. Es lo que Albo le ha dado.

La nueva factoría de Zhoushan, cuyos directivos se formarán en Vigo, le permitirán copiar el modelo, aunque de momento el consumo de atún en lata en China no es destacado. La previsión del grupo es de superar con Albo los 100 millones de ingresos en 2019, y un resultado neto de más de ocho.