La nueva plataforma que construye la firma redondelana Magallanes Renovables se encuentra ya elevada sobre una estructura metálica para la conexión de los cinco bloques que forman la estructura. Con esta fase entran en la etapa más delicada del proceso de construcción antes de la botadura, que según ha podido saber este periódico está prevista para después de Semana Santa. "Por el momento los plazos se van cumpliendo", afirman fuentes de la empresa.

Con el nombre Atir luciendo en uno de los laterales, el artefacto con el que Magallanes busca obtener energía a partir de la fuerza de las mareas fue izado a 15 metros de la altura con la ayuda de tres grandes grúas desde el miércoles por la noche.

Los cinco bloques (los tres primeros fueron el cuerpo principal) ya se encuentran en el muelle de trasatlánticos tras llegar de la factoría de Ganain en Mos, que se encargó de la construcción. Colocados en sus respectivas posiciones bajo el cuerpo central están el mástil y la góndola, nombre que tiene la parte que estará más sumergida y que conectará con las palas. Precisamente este último componente es el que falta por instalar.

Según está previsto -y si no hay cambio de planes-, la plataforma tocará agua por primera vez el 21 de abril. En ese momento comenzarán las pruebas de mar en la Ría de Vigo, que serán el paso previo antes de trasladar el Atir a Escocia para los test oficiales.