La "gran mayoría" de los acreedores de Nueva Pescanova se han adhjerido al acuerdo de refinanciación con el que el grupo canjeará por acciones el 35% de los créditos y que le permitirá rebajar a menos de 650 millones su deuda financiera. La principal excepción ha sido la vieja Pescanova, titular del 20% de la sociedad y que anunció una batalla judicial contra la operación.El fondo Strategic Value Partners (SVP), "incómodo" -dicen fuentes financieras- con su rol en la pesquera, abandonó el proyecto con la venta de un paquete de 120 millones de deuda al Sabadell. El banco será, con el 23% del capital, el principal socio (a la vez que acreedor). Nueva Pescanova cerró el plazo de suscripción el 23 de marzo, fecha en que la antigua matriz trasladó oficialmente su "no".
El anuncio de Pescanova Sociedad Anónima de pleitear contra la multinacional no trastocará sus planes -en Chapela dudan que tengan que ir a juicio- y votará la ampliación en junta después de Semana Santa. El consejo (los dos miembros de la vieja Pescanova se abstuvieron), el núcleo duro de los acreedores (CaixaBank, Sabadell, Abanca, Popular, Bankia, BBVA, UBI y HSBC) y el juzgado de lo Mercantil de Pontevedra ya allanaron su ejecución. De acuerdo a la documentación oficial "la ejecución del aumento de capital se producirá en el propio acto de la asamblea", momento en que la antigua matriz pasará a ostentar el 1,6% del total del holding. La dirección de la compañía pretende sanear sus cuentas para que esté en disposición de salir a Bolsa o buscar un socio industrial en un plazo de "dos o tres años".
La mediación arranca con la flexibilidad laboral
- La dirección de Nueva Pescanova y los sindicatos CIG, UGT, USO y CUT celebraron ayer la primera jornada efectiva de mediación para poner fin al conflicto laboral y en la que actúa como árbitro José María Casas de Ron. La flexibilidad laboral fue el tema escogido por ambas partes para la toma de contacto y que continuarán abordando hoy. La compañía propone extender la jornada de lunes a domingo para adaptarse a las necesidades de producción y demanda, un cuarto turno en el que entrarían los nuevos contratados (con efectos desde finales de 2015). Para los antiguos trabajadores sería de adscripción voluntaria. Las organizaciones sindicales no están en contra de esta propuesta siempre y cuando "no implique que un trabajador esté disponible todos los días de la semana por necesidades productivas". Pescanova urge solventar este punto dado a que a día de hoy está abonando horas veladas de fin de semana a un coste elevado. La mediación podrá continuar hasta el sábado si mañana viernes no hubiesen terminado las negociaciones.
