El Grupo PSA y General Motors (GM) realizarán esta mañana un anuncio conjunto en París después de varias semanas de negociación para la compra por la multinacional gala de la filial europea del consorcio estadounidense, Opel/Vauxhall, con diez plantas y 38.000 trabajadores en plantilla. Carlos Tavares (PSA) y Mary Barra (GM) comparecerán a las 09.15 horas en la sede de PSA en la capital francesa para explicar los detalles de la absorción que colocará a PSA-Opel como segundo fabricante europeo de vehículos, noveno del mundo y primero de la península Ibérica.

Las conversaciones entre las dos partes se habían hecho públicas el pasado 14 de febrero, después de que se hubieran producido filtraciones a algunos medios. Desde entonces, el presidente de PSA, Carlos Tavares, se ha reunido para preparar el terreno para la operación con los máximos responsables de los Gobiernos francés, alemán y británico, así como con los principales sindicatos de esos tres países. Los dos grupos juntos representan 4,3 millones de coches vendidos en 2016, y el objetivo es superar los cinco millones en menos de cinco años.

PSA pretende, gracias a la absorción de Opel/Vauxhall -que podría salir así de su mercado europeo-, realizar entre 1.500 y 2.000 millones de euros de sinergias. Tras varios años de crisis en los que tuvo que ser rescatada en parte por el Estado francés y por el grupo chino Dongfeng -que entraron en el capital con una participación equivalente a la de la familia fundadora, Peugeot-, PSA presenta una buena salud financiera y en 2016 tuvo 1.730 millones de euros de beneficio, lo que significó casi duplicar los 899 millones obtenidos en 2015.

Dieciséis años de pérdidas

Opel y la marca asociada Vauxhall en Reino Unido arrastran una situación financiera difícil, con pérdidas en 2016 de 257 millones de dólares (unos 242 millones de euros), resultado menos malo que la pérdida de 813 millones de 2015, pero que en cualquier caso supuso su décimo sexto ejercicio anual en números rojos. No es la primera vez que GM intenta desprenderse de su filial europea: en 2009 ya estuvo a punto de ser vendida a la compañía canadiense Magna International.