El Estado francés ha dado marcha atrás en su intención de vender su participación del 14% en la multinacional automovilística Grupo PSA. Lo afirmó ayer el presidente del Gobierno galo, Françoise Hollande, durante una visita al centro de motores de Charleville-Mézières: "Es nuestra responsabilidad y su garantía". Este anuncio de Hollande contrasta con lo manifestado meses atrás por otros responsables del Ejecutivo francés, quienes reconocieron que se estaba estudiando la venta de ese paquete accionarial del 14% una vez que el consorcio que preside Carlos Tavares había vuelto a la senda de la rentabilidad.

Las palabras de Hollande se producen apenas unas semanas después de que la familia fundadora de la compañía, los Peugeot, hubiesen aumentado su participación en el grupo del 12,9% al 13,7% del capital, en una muestra de fortaleza. En la actualidad, la familia Peugeot, el Estado francés y el grupo chino Dongfeng Motor (DFN) se reparten casi a partes iguales las acciones de PSA. Tanto el Elíseo como DFN entraron en el capital de PSA en 2013 en una ampliación de capital que buscaba dar un revolcón a la situación financiera de la multinacional tras varios años de pérdidas.