Roberto Rey Perales, ex consejero delegado de Grupo San José, deberá acelerar la desinversión de ladrillo de Banco Popular para sacar de su balance 6.000 millones en activos problemáticos vinculados a la construcción. El antiguo ejecutivo de la constructora de Pontevedra será consejero delegado del banco malo de la entidad, que aún no ha sido constituido pero que presidirá un histórico de la banca española. Se trata de Remigio Iglesias, que condujo la reestructuración de Banco Santander por mandato del desaparecido Emilio Botín.

Rey Perales era hasta la fecha (abandonó la gallega San José en julio del año pasado) CEO de Carbures, y pasó asimismo por compañías como Banca Cívica (fue director financiero), Caja de Burgos o Campofrío. El banco malo del Popular, que vertebra el Proyecto Sunrise, es una de las apuestas del nuevo líder ejecutivo de la entidad, Pedro Larena, y estará plenamente operativa a finales del primer trimestre de 2017.

Al margen de esta reorganización, la acción del Banco Popular sufrió ayer otro revés y se convirtió en el farolillo rojo del principal selectivo, Ibex, con una caída del 3,22%. La depreciación se produjo en medio de rumores -publicados por el diario Expansión- que sitúan al presidente Ángel Ron fuera del banco por iniciativa de consejeros críticos liderados por el accionista mexicano Antonio del Valle. Los títulos cerraron la sesión de ayer por debajo de los 0,9 euros.