Un Citroën AZU de 1958 (derivado del mítico 2CV), el primer modelo que se fabricó en el centro de Vigo del Grupo PSA, estrenó ayer el parking de la nueva Nave H de Balaídos: 42.050 metros cuadrados construidos en tiempo récord -apenas un año- para uso logístico (planta baja) y aparcamiento de trabajadores (dos plantas en altura, con 1.236 plazas para coches y motos), en la que se invirtieron finalmente 18,12 millones de euros. El director de PSA-Vigo y del polo ibérico de la multinacional francesa, Frédéric Puech, señaló ayer en la inauguración que esta nave representa un "hito importante en la historia de la fábrica" ya que cambia su fisonomía y la operativa logística del taller de Ferraje, lo que permitirá a PSA-Vigo mantenerse como una de las factorías más competitivas del grupo y de la automoción en Europa.

La Nave H es la actuación más destacada del proyecto de transformación del centro, como avanzó ayer FARO. Pero no la última. En los próximos meses, la Zona Franca (arrendadora de las instalaciones de PSA-Vigo) sacará a licitación la construcción de tres nuevas naves para el centro, P1, P2 y M3, con un presupuesto de 7,5 millones de euros. A mayores, se invertirá otro millón en la renovación de cubiertas y 3,3 en mejoras de los sistemas contraincendios y de seguridad. A finales de mes se adjudicará también la adaptación de los sistemas de producción y distribución de calor para mejorar la eficiencia energética de la planta (1,5 millones de euros), con la implantación de un nuevo sistema de termodinámica eficiente para reducir los costes de explotación y mantenimiento de los equipos de generación de calor (tanto los que se usan para la climatización de las naves como los que se utilizan en los procesos productivos).

En el acto de inauguración de la Nave H, que cuenta con la fachada vegetal "más grande de Europa" (1.350 metros cuadrados de jardín vertical), participaron el presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, así como varios conselleiros, empresarios y trabajadores. Feijóo dio gracias a la plantilla y a la Zona Franca por haber sido capaces de hacer realidad un proyecto "que no parecía fácil" pero que ha resultado en un edificio "singular". "Espero que sirva de acicate para más inversiones", afirmó.

Abel Caballero, por su parte, reiteró su compromiso con la fábrica y señaló que esta nave "emblemática, estética y respetuosa con el medio ambiente" es "reflejo de hacer de la necesidad virtud".